Batir al mercado es algo que todo gestor de fondos de inversión que use benchmarks o índices de referencia desea conseguir. Si añadimos a esto, el hecho de conseguir rentabilidades constantes positivas, entonces el escenario todavía es más complicado.
En uno de los anteriores artículos se hablaba de una herramienta vital, como es la liquidez para batir al mercado, sin embargo, no es la única. Los derivados financieros permiten realizar coberturas, y por tanto minimizar los riesgos ante una estrategia determinada. Un producto muy conocido de derivados, son los CFDs. Estos contratos por diferencia permiten realizar posiciones cortas, es decir, vender un activo que no tenemos “físicamente” en nuestra cartera, confiando en que el precio va a descender y que lo podremos comprar más adelante a un precio todavía menor. En esta situación, ganamos la diferencia entre el precio al que vendimos los activos que nos habían prestado y el precio que pagamos para comprarlos, y por tanto cerramos la posición corta.
No obstante, más allá de realizar un enfoque teórico de la descripción del concepto y características de los CFDs, de lo que se pretende es de visualizar un enfoque práctico mediante la cartera real que se muestra en la siguiente imagen:
La rentabilidad real de la cartera que se muestra en la imagen anterior, creada desde Marzo de este año, muestra 3 fases o franjas diferentes que valen mucho la pena analizar desde el punto de vista general de la estrategia. En la primera franja se minimizaba el riesgo y además se batía al mercado gracias a la sobreponderación de la liquidez (Ver artículo “Una herramienta vital: la liquidez en la gestión de carteras”. Durante la tercera franja, se observa como la rentabilidad de la cartera asciende a medida que la rentabilidad del índice disminuye, gracias a las posiciones cortas utilizando CFDs.
Gracias a estas coberturas mediante CFDs, durante la semana anterior se obtuvo un 6,90% de rentabilidad positiva en cartera cuando realmente el S&P500 estaba mostrando una rentabilidad negativa del -6.68%.
Esto hace que la brecha actual de la cartera ocupe más de un 13% con respecto al índice de referencia, que es prácticamente lo que se le está ganando a dicho índice.
Por otra parte, en la franja intermedia, es cuando se produjo la rotura del canal lateral del S&P500 durante el mes de Agosto. En esta situación, se muestra uno de los errores típicos cuando un gestor no tiene o no le dedica el tiempo necesario para realizar una gestión tan activa. Es por ello por lo que, el error de no estar pendientes del mercado en momentos de gran volatilidad, puede llegar a ser muy importante, y por tanto puede traducirse simplemente en una falta de toma de decisión.
Además de lo anterior, es de gran importancia alzar la vista en ciertos momentos, y darnos cuenta de que aquello en lo que nos estábamos fijando o estábamos analizando, quizás no era lo que más importancia tenía.
Corregir este tipo de errores y evitar el famoso analysis paralysis es fundamental cuando realmente se desea, no solo batir al mercado, sino obtener rentabilidades positivas, independientemente de las condiciones del mercado.
Hay ocasiones en las que simplemente “los árboles no nos dejan ver el bosque”.
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