Con la regulación del mercado del juego online, España cerró sus fronteras de juego generando un mercado exclusivo de usuarios españoles. Esto afectó negativamente a los juegos basados en la competencia entre los propios jugadores, como ocurre con las apuestas cruzadas o el póquer. La liquidez internacional o compartida supone que los jugadores de póquer online españoles podrán jugar no solo contra otros jugadores españoles, sino también contra jugadores franceses, italianos y portugueses.
La prohibición de la liquidez internacional obedeció en su momento a la necesidad de generar un mercado regulado en un entorno lo más controlado posible. Sin embargo, en la práctica ha supuesto el estancamiento del póquer online, produciendo efectos adversos como una reducción del tamaño del mercado, una escasa rentabilidad para las empresas y una menor recaudación fiscal.
En julio de 2017, España, Francia Italia y Portugal suscribieron un acuerdo para dar vía libre a la liquidez compartida en el póquer online. Tras unos meses de desarrollo, el pasado 29 de diciembre la DGOJ ratificó la resolución por la que permite la liquidez en el póquer online, proveniente de jugadores de los países firmantes del acuerdo.
Esta resolución pretende revitalizar el mercado del póquer online beneficiando tanto a jugadores como operadores, lo que repercutirá también en los ingresos fiscales. Las ventajas para los jugadores son claras:
- Habrá una mayor competencia entre operadores. Esto les obligará a desarrollar una oferta más atractiva, buscando la diferenciación y la innovación en los juegos para atraer más usuarios. Este aumento de la oferta se traducirá en una mayor variedad de juegos y mejora en las comisiones de los premios.
- Los jugadores podrán acceder a partidas más interesantes, tanto por número de jugadores como por el nivel de los premios. El volumen de apuestas será más elevado, bien por el aumento del número de participantes o del importe medio jugado por los mismos.
Esta apertura a mercados internacionales va sin duda en la buena dirección y puede abrir la puerta en un futuro a un mercado mucho más amplio con la incorporación de nuevos países miembros de la UE.
