A menudo, en la vida y en el tráding, nos encontramos ante infinidad de encrucijadas (mentales y vitales, en nuestro devenir y en nuestra operativa), en las que no sabemos si dirigirnos hacia una lado hacia otro, tomar un rumbo determinado o el contrario.
Podemos vivir y tradear a sabiendas de que tenemos que pulir ciertos defectos o añadir nuevas virtudes para conseguir llegar a nuestra meta soñada, pero nos quedamos con frecuencia pensando si hemos de dar ese paso o no, si tenemos que controlar nuestro exceso de velocidad o impaciencia, si hemos de añadir o no nuevas emociones que no nos atrevemos ni siquiera a sentir, pese a que sepamos que hemos de hacerlo.
¿Y si arriesgo más?
Nuestro lado inmovilista nos dice que no toquemos nada, y nuestro lado aventurero que demos no un paso, sino dos o tres de golpe. Llega un día en el que damos dicho paso, cambiamos nuestro carácter y nuestro comportamiento... y sale mal, y entonces nos lamentamos absurdamente de por qué lo habremos hecho... Lo que hay que saber, es si hemos tomado o no esa decisión de modo pensado y pausado, con coherencia y objetividad, y olvidarse después del resultado, porque si las cosas están bien hechas y lo hacemos conforme a nuestro sistema, persistiendo, más tarde o más temprano acabarán saliendo bien las cosas... y ser conscientes de hasta dónde podemos arriesgar, de cuánto nos podemos permitir arriesgar (según el tamaño de nuestra cuenta, según nuestros conocimientos, según lo que hayamos aprendido, según nuestra experiencia, nuestro tiempo...), pero nunca olvidarse de que hay que ir siempre muy poco a poco, y "ganarse el derecho" a ir operando cada vez con más contratos, a medida que acumulemos experiencia, y concimiento, y que crezcan nuestra cuenta y nuestra moral...
Me comentaba un alumno que después de dudar durante un tiempo si lanzarse a operar o no en real, después de haber aprendido y simulado (en mi opinión más tiempo del preciso...), por fin se atrevió, metió sus primeras órdenes en el mercado (con poca "carga" y con pequeñas posiciones, tal y como le había enseñado y aconsejado...), y no le fué mal durante un tiempo, obteniendo resultados más que decentes y aceptables, acordes con el tamaño de su cuenta y con su todavía inexperiencia en los mercados...
Le insistí muchas veces en que tenía que ir paso a paso, darse tiempo y adquirir el rodaje suficiente, y sin tener miedo tampoco para entrar al mercado si se lo decía el sistema aprendido, nunca tampoco sobreapalancarse ni sobre arriesgarse.
Pero la tentación, los "cantos de sirena" continuos del presunto "dinero fácil" (ni en la vida ni en el trading, creo que nada se consigue fácilmente y sin esfuerzo, y menos el dinero...), las prisas por hacer crecer su cuenta, el ego y el ansia de ganar, le hicieron que un día, uno de sus "enemigos interiores" consiguió vencerle, le convenció para que se saltara sus reglas y su sistema y le "obligó" y a que entrara al mercado muy sobreapalancado (con más posiciones de las que económica y profesionalmente se podía permitir..) y "casualmente", se decidiera a hacerlo un día plagado de noticias, discursos económicos y en momentos de volatilidad extrema... Y por supuesto, al moverse hacia arriba y hacia abajo con tanta rapidez, y al ir tan "cargado", no fué capaz ni económica ni emocionamente de aguantar esos movimientos, y en vez de controlar la operación, fué ésta la que le controló a él...y le obligó a cerrar de golpe sus posiciones, ya que no podía "permitirse" el stop que la entrada le requería, y el miedo a perderlo todo por la impulsividad y la precipitación tras haberse saltado las reglas, le dejaban mirar con claridad ni el precio, ni las velas, ni los gráficos ni nada...
Para una vez que arriesgo un poco más de lo que debía...Para una vez que entro con muchos más contratos de los que suelo entrar, en lugar de tener suerte, va el precio y se pone en mi contra...
El mercado no sabe si es una sola vez la que hacemos éso, si nuestro apalancamiento es el correcto, si tenemos conocimiento de lo que estamos haciendo y si nos hemos preocupado en aprender y en formarnos, si nuestra cuenta es grande o pequeña... si hemos sido indisciplinados o no, si hemos puesto stop o si no lo hemos puesto...
Nuestro sistema nos tiene que guiar, nos tiene que llevar de la mano por los gráficos, nos debe servir junto con nuestro plan de trading de mapa, de apoyo, de "faro" en las tan a menudo revueltas aguas de los mercados...pero nunca hay que olvidar que siempre puede pasar cualquier cosa en cualquier momento... que el trading es una actividad (o una ocupación, o una profesión...) de riesgo: siempre conviviremos con la incertidumbre, y si encima hay dinero de por medio, todas las precauciones que adoptemos serán pocas.
De nuevo vale lamentarse ni mucho menos, ni perder tiempo en pensar si hicimos bien o no: si era una entrada conforme a nuestro sistema, siempre estaba bien hecha. Hay que atreverse, comenzar, mejorar...pero no arriesgarse sin sentido ni razón. Éso solamente nos causará daño y nos podrá poner fuera de juego y del mercado para siempre. Despacio también se alcanza la meta y los sueños... Llegará un día en que haciendo las cosas de modo correcto, acabemos dando en la diana. Se trata de estadísticas, de pensar no en lo que hacemos en un día sino de lo que conseguimos con la suma de muchos, muchos días...