La quita de deuda es un acuerdo entre los acreedores y los deudores, en el que el acreedor con el fin de cobrar una parte de su deuda, acuerda disminuir un porcentaje del capital pendiente y, en su caso, diferir el vencimiento.
Grecia consiguió que la banca privada y los grandes inversores, en el mes de marzo de 2012, aceptaran el canje de la deuda pública por nuevos títulos a 30 años con una quita del 53,5% del valor nominal. La operación eliminó unos 100.000 millones de euros de la deuda pública griega que evitó la quiebra del país.