¿Cómo aumentar tus ahorros con las cuentas de ahorro y cuentas remuneradas?

 Las cuentas de ahorro y las cuentas remuneradas son una alternativa para aumentar tus ahorros asumiendo un riesgo bajo. Sin embargo, aunque estos dos productos que ofrecen algunos bancos parecen similares, en realidad, hay algunas diferencias a las que conviene prestar atención para tomar una decisión basada en las necesidades individuales que tengas. Esto es lo que vamos a tratar hoy. 

Pero antes ¿Cómo funcionan las cuentas de ahorro y cuentas remuneradas? De una manera concreta: ofreciendo una rentabilidad por el dinero que se ingresa en ellas. La forma en la que esto se consigue es aplicando unos intereses que variarán dependiendo de la entidad bancaria y de las condiciones de cada producto. Por eso, es fundamental comprobar cuáles son sus diferencias y, también, similitudes. 

 Cuando estás buscando alternativas para aumentar tus ahorros, es muy posible que te surjan dudas sobre si lo que te interesa es contratar cuentas de ahorro o cuentas remuneradas. Ambas ofrecen una rentabilidad por el dinero que se deposita y mantiene en la cuenta, con la ventaja de poder retirar el efectivo siempre que se necesita sin penalizaciones —como sucedería con los depósitos a plazo fijo.

Con respecto a los intereses, no se puede asegurar que en un tipo de cuentas sean más altos que en otras. Y es que esto va a depender de las condiciones de cada banco, si hay algunas que se deban cumplir (como un mínimo de transacciones cada mes) o si la apertura de las cuentas de ahorro o cuentas remuneradas es para un nuevo cliente.

Entonces, puede que durante el primer año los intereses sean más altos. A pesar de esto, sí que hay claras diferencias entre estos dos productos que conviene que tengas en cuenta en el momento de su contratación.

Concretamente, son tres los elementos que pueden influir en tu decisión cuando decides aumentar tus ahorros al elegir este tipo de productos bancarios:

Asociar tarjetas: mientras que una cuenta remunerada se suele permitir vincular una tarjeta de débito o crédito para hacer compras con ellas o retirar dinero desde un cajero, esto no suele ocurrir con las cuentas de ahorro, aunque puede haber excepciones en algunos tipos de entidades bancarias. 

Domiciliar la nómina: este requisito puede exigirse al contratar una cuenta remunerada, pero con las de ahorro esto no suele ser necesario. Al igual que no se suele permitir asociar ningún tipo de tarjeta, pues lo mismo sucede con respecto a la nómina.   

Domiciliar recibos: tampoco las cuentas de ahorro obligan a domiciliar recibos, mientras que las cuentas remuneradas sí lo pueden pedir. Asimismo, debes leer bien las condiciones de su contratación, pues tanto en este punto como en el anterior pueden solicitar el ingreso de una cantidad mínima. 

Ahora que ya conoces algunas de las diferencias entre estos dos tipos de cuentas y cómo pueden aumentar tus ahorros, a continuación, expondremos algunas de las recomendaciones que  debes tener presente antes de decantarte por una o por otra. 

Aunque puede que tengas ya una cierta idea al conocer sus características concretas, los siguientes puntos te ayudarán a tomar una mejor decisión. 

 Elegir aquellas cuentas que ofrecen unos intereses más elevados durante el primer año o los siguientes si se cumplen con unos determinados requisitos, como puede ser domiciliar la nómina o ingresar una determinada cantidad de dinero cada mes, puede ser interesante para aumentar tus ahorros progresivamente. Por tanto, conviene analizar qué cuentas de ahorro y qué cuentas remuneradas hay, y compararlas. 

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 Otra manera de aumentar tus ahorros es revisar si las cuentas de ahorro o cuentas remuneradas cobran comisiones. Aunque generalmente no suponen gasto alguno, quizás en algunos bancos, al no cumplir con determinados requisitos pasado un tiempo, empiecen a sumar costes por mantenimiento. 

Por lo tanto, ten esto presente para que puedas elegir una cuenta que te ofrezca la mejor rentabilidad para ti. 

Ahora que sabes cómo aumentar tus ahorros con estas cuentas bancarias, debes saber que ambas son opciones de bajo riesgo. Y es que los intereses son algo más bajos que en el caso de invertir en fondos de inversión o en un depósito a plazo fijo en el que tu dinero se mantendría inmovilizado durante el periodo de vigencia del contrato.

La ventaja de las cuentas de ahorro y remuneradas es que podrás acceder a tu dinero sin penalizaciones, aunque debes revisar bien los requisitos. ¿Hay un mínimo de saldo que debas conservar en la cuenta? ¿Puedes hacer transferencias en una cuenta de ahorro aunque no puedas asociar tarjetas o domiciliar la nómina? 

Tener esto claro te ayudará a tomar una decisión para que puedas obtener una rentabilidad por tu dinero.