Se ha venido repitiendo que España está mejor preparada que nunca para afrontar la crisis internacional gracias a las saneadas cuentas públicas, que han reflejado superávit hasta hace muy poco. Dejando de lado lo catastrófico de la situación de las cuentas privadas -empresas y familias-, ¿realmente están saneadas las cuentas públicas?

En este artículo se muestra una imagen muy explicativa. La columna roja es la deuda oculta de las pensiones. Es decir, el dinero que el estado tendría que tener guardado para pagar las pensiones de los cotizantes: 6.65 veces el PIB. Cuando una empresa tiene unas obligaciones contraídas éstas se muestran en el balance. Si ha prometido a los empleados pagarles 1000€ al mes como pensión de jubilación entonces debe figurar en el balance como una deuda el dinero necesario para pagarlo. La supuesta estafa de los sellos se debe a que las empresas contraían la obligación de recomprar los sellos a un precio superior (dando rentabilidad a los "clientes"), pero no lo reflejaban en su balance, con lo que declaraban unas cuentas de pérdidas y ganancias totalmente irreales, lo cual es ilegal. Sin embargo, si el estado hace exactamente lo mismo ¡es perfectamente legal!

Se trata de un esquema de estafa piramidal, si la población aumenta la amplia base de jóvenes paga con sus cotizaciones la jubilación de los mayores. En lo de los sellos la amplia base de nuevos inversores supuestamente pagaba con su capital los beneficios de los inversores veteranos que retiraban el dinero. Exactamente lo mismo. Un esquema piramidal funciona mientras la base siga creciendo, pero es inevitable que algún día salte por los aires. Miren ahora la pirámide de población de España. En el caso de la población cotizante la base no es los cero años (obviamente) sino que está más arriba. ¿Alguien cree que al sistema de pensiones le queda más de una generación para petar?

Se dice mucho que los inmigrantes nos van a pagar las pensiones, pero eso es una tontería. Primero porque tendría que haber una invasión masiva para compensar la mínima natalidad nacional. Tengan en cuenta que los grupos de edad que ahora deberían tener hijos son los más numerosos. Si aún así apenas hay bebés... ¿qué pasará cuando los cuatro gatos que hay de 15 a 19 tenga que tenerlos? Y están por ver los efectos de la "generación Hipotecada" sobre la natalidad ahora que llega la crisis. Por otro lado, incluso si hubiera una invasión masiva, eso no soluciona nada, el sistema sigue siendo piramidal. Sólo retrasaría el estallido unas décadas más, pero tarde o temprano todo sistema piramidal peta.

Además hay otros tipos de deuda que el estado oculta para que las cuentas parezcan saneadas. Uno de ellos es el déficit tarifario eléctrico. Como bien explica novato en los comentarios a este artículo de Llinares, el sistema de tarifas eléctricas reguladas genera, al fijar el gobierno unos precios máximos, un déficit de tarifa que el estado reconoce. De este modo las eléctricas obtienen unos títulos de deuda que cobrarán con las facturas futuras de la luz, que titulizan y venden para cobarlo hoy si quieren.

Otra forma de deuda oculta que conozco son las autopistas de "peaje en la sombra". El estado se ha lanzado en el último año a renovar la red de autovías de primera generación (las anticuadas radiales). Pero para evitar que aparezca en el balance el coste de arreglar las autovías se otorgan concesiones de peaje en sombra. Las constructoras, con el dinero de inversores en bonos, lo construyen todo y cobran cada año en función del número de vehículos que pasa. A diferencia de los peajes normales, no paga el usuario que elige pasar por ahí, sino que se cuentan los vehículos y paga el estado de los impuestos. Es por lo tanto una obligación contraída por el estado, ya que los ciudadanos que pasen no se van ni a enterar. Por lo tanto debería figurar en el balance como una deuda, y en el presupuesto como una inversión, estropeando el superávit-déficit. Pero no aparece. Como las concesiones son a 30 años el "marrón" de pagar la deuda no se lo van a comer los actuales gobernantes, que quedarán como reyes inaugurando las autovías sin haber puesto hasta entonces un duro.

Conociendo el funcionamiento panderetil de la administración estoy convencido de que existen montones de deudas ocultas similares en múltiples sectores, pero es que aunque no fuera así la situación de las pensiones ya sería suficiente para declarar el país en bancarrota. ¿Qué pasará cuando pete el asunto? Pues una de dos: o nos ahogan a impuestos para pagar las pensiones prometidas, destruyendo la economía del país, o rebajan sustancialmente las prestaciones, por lo que les aconsejo que si son jóvenes se procuren formar un buen capital y no confíen su jubilación al estado.

¿Tiene solución esto? Pues no sé si aún estamos más o menos a tiempo o si es demasiado tarde como para hacerlo sin traumas, pero lo que es obvio es que hay que abandonar el actual sistema de pensiones y sustituirlo por uno basado en la capitalización, es decir, como todos los planes de pensiones privados del mundo y algunos públicos. Para un sistema público habría que invertir ingentes cantidades de dinero en el fondo de pensiones y aumentar las cotizaciones a la seguridad social para asegurarse de que con las cotizaciones de hoy se pagan las pensiones de mañana, y no las pensiones de hoy. Los más sensato, sin embargo, es un sistema privado donde cada cual decida lo que quiere hacer con su jubilación.

El principal problema es que ningún gobierno va a tomar unas medidas así. Invertir gran cantidad de dinero en el fondo de pensiones supondría una fuerte retirada de liquidez del sistema, lo cual ralentizaría la economía a corto y medio plazo, algo inaceptable para un político que sólo piensa en la duración de la legislatura. Este mismo problema lo hemos tenido con la burbuja inmobiliaria. La burbuja se originó en 2002 por la intervención del BCE bajando los tipos a niveles ridículos. Para arreglar el desaguisado provocado por una intervención lo lógico es eliminar la intervención, pero como eso no es posible al venir de Europa habría que haber intervenido de nuevo con la política fiscal para tratar de equilibrar algo la cosa. Era el momento ideal para llenar a saco el fondo de pensiones. Pero eso retiraría liquidez del sistema, perjudicando en apariencia la economía, algo que el PP no estaba dispuesto a aceptar con las elecciones cerca. Luego llegó el PSOE, que llevaba tiempo despotricando contra el PP por la burbuja, y... ¿qué hizo una vez en el poder? ¡inyectar más liquidez aumentando el gasto público! Las consecuencias están a la vista.