Algo en movimiento tiende a seguir en movimiento. Newton nos enseñó que los mercados y la física están muy relacionados. De hecho, el mercado al igual que un objeto va y viene intentando desafiar, a veces, las leyes de la física. Aunque tampoco esperes que al igual que una piedra cae o, siguiendo con Newton una manzana (aunque seguramente no le dio nunca en la cabeza. Cosas del márquetin) pensando que la ley de la gravedad hace que todo lo que sube baje, un determinado activo tendrá que caer por la misma razón. Acuérdate de lo que hablamos sobre las falacias lógicas cuando hablamos de los habitantes de un pueblo cercano a Marsella que dan nombre al sistema de la martingala. No obstante, es interesante estudiar el mercado como si fuera un cuerpo en movimiento, a veces incluso como un vehículo pesado como lo son los trenes.
Cuando entendemos la dinámica del mercado podemos ver como efectivamente, un cuerpo, en este caso un mercado, en movimiento, tenderá al movimiento. Así de simple. No obstante, tarde o temprano este movimiento puede y de hecho lo hará, terminará. ¿Cuándo podemos saber que una tendencia está terminando? Cuando dejemos de ver movimiento. Si la definición de tendencia es simple no puede ser más compleja la explicación de la ausencia de la misma. No obstante, no nos confiemos. Todos los tipos de análisis existentes para intentar entender los mercados financieros van precisamente detrás de esta sencilla cuestión ¿la tendencia vigente continuará o se dará la vuelta? Simple cuestión, pero con infinidad de respuestas.
Intentando entender la estructura del mercado podemos volver a la comparación con los trenes. Un tren en pleno movimiento raramente podrá empezar a dar marcha atrás o tan siquiera pararse sin antes haber disminuido la marcha. Pues bien, el mercado normalmente marca un proceso similar. En el mercado tenemos tres tendencias posibles, alcista, bajista y lateral. Este último periodo normalmente es una transición entre las otras dos etapas. Es cierto, que hay ocasiones en las que el sentimiento de los operadores cambia de una forma tan brusca por algún acontecimiento que la tendencia cambia sin avisar. Pero como sabemos, al ver objetos en movimiento normalmente vemos el mercado frenar para después ir en la dirección opuesta.
En estos periodos de tiempo, en las transiciones, es cuando debemos estar especialmente atentos porque el mercado podría girarse en cualquier momento. No obstante, todo lleva un tiempo. Poco a poco la fuerza de ese mercado se estanca, dejando de tener tanta fuerza los compradores. La presión alcista pierde fuerza y el entusiasmo de los participantes en el mercado se transforma poco a poco en un equilibrio cómodo entre compradores y vendedores. En este momento, después probablemente de un tiempo en el que el mercado estuvo en un punto de equilibrio debemos estar atentos, ya que técnicamente hablando es en estos momentos cuando pueden aparecer señales chartistas de giro que confirmen el cambio de tendencia. En el momento que se rompe el equilibrio, pasando por debajo de la zona en la que estaban situados los compradores formando la zona del suelo, el equilibrio se rompe pasando a ser la presión vendedora la que gane la partida y por tanto pruebe a iniciar una nueva oleada bajista.
En alguna ocasión se ha comparado al ataque de un soporte o resistencia con la batalla. Una vez que los de la coalición Z pierden sus posiciones porque los del grupo Y han roto sus líneas de defensa deben replegarse y aguantar más atrás. Si finalmente no consiguen parar al enemigo tendrán que deshacer por completo las posiciones. De igual forma pasa cuando se rompe un soporte o resistencia. Los compradores atacarán la resistencia, no estando formada ésta por un punto exacto, sino por una zona. Que poco a poco se verá superada hasta que finalmente podamos decir que se ha roto.
Normalmente es mejor observar como se van consolidando posiciones antes de ver nuevos avances. Una ruptura rápida normalmente se verá debilitada por no tener la suficiente consistencia. Por eso es mejor ver cómo se van consolidando las ganancias.
De esta forma, analizamos la estructura del mercado entendiendo como las tendencias y los trenes pueden dar marcha atrás.
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