Los tipos de interés siguen cayendo en todos los países de Europa. El bono español a 10 años ya renta menos de un 2,5%. El Italiano en 2,6% no debería tardar mucho en hacer lo mismo.
La tendencia es fuerte. Y aunque muchos se llevan las manos a la cabeza y alertan de la BURBUJA, tenemos que ser realistas: tiene toda la pinta de seguir cayendo, y hay razones para que así sea.
El crecimiento nominal de la zona euro sigue siendo bajo, y lo seguirá siendo durante años. Es una cuestión demográfica: el continente envejece, el consumo se resiente, y tenemos que acostumbrarnos a una era duradera de economía estancada.
Con un crecimiento bajo, el BCE no tiene más remedio que hacer TODO lo posible por llevarse los tipos de interés por debajo de ese crecimiento nominal. Esa una razón de peso para comprender que a pesar de lo espectacular de la caída de los tipos de interés, no se vislumbra cambio de tendencia, ni suelo, por ahora.
A medio-largo plazo, la pregunta es: ¿sabe alguien cómo salir de esta "excepción histórica"? La respuesta más razonable es que NO. Ni siquiera las mentes más privilegiadas de la BCE saben realmente cómo se saldrá de este proceso tan anómalo. Igual que en la FED tampoco saben cómo conseguirán reducir el gigantesco balance de la FED sin alterar el curso de la economía. Es una gran incógnita, aunque no debería sorprendernos mucho: la historia es una sucesión de circunstancias, de "apaga-fuegos" donde lo urgente se impone a lo importante, una huida constante hacia adelante, que no siempre acaba bien.
Es una incógnita, un problema a futuro, del que como particulares deberíamos preocuparnos hoy, en período de calma, y no cuando vengan las tormentas (donde las decisiones se toman con urgencia y miedo). Un gestor debe comportarse como buen padre de familia. Hay que ser previsor, sin coartar el potencial de crecimiento de corto y medio plazo.
BONO ESPAÑOL A 10 AÑOS