Leasing inmobiliario para empresas: guía completa

Hay muchas formas de empezar un negocio y hacerlo crecer, una de las herramientas que puedes emplear para esto es el leasing inmobiliario. Por ello, te ofrecemos una guía completa al respecto.

Alquilar un local suena bien, pero tener la oportunidad de comprarlo al final del contrato es invaluable. Solo que eso no significa que sea el negocio perfecto, al igual que toda decisión empresarial, debe ser bien pensada.

🏦 Algunas de las entidades que tienen ofertas de leasing inmobiliario, son: Banco Santander, BBVA, Bankinter, entre otros.

 El leasing inmobiliario es un tipo de alquiler donde el arrendatario ofrece su inmueble a una plaza de tiempo específica, con posibilidad de venta.

Funciona de forma similar a una hipoteca, con la diferencia de que podrás disponer del bien al firmar el contrato y mientras este siga en pie. Además, no es lo mismo que un alquiler por las siguientes razones:

Leasing inmobiliario: qué debes saber

●   Cuando finaliza el contrato puedes adquirir el inmueble. Para esto se paga una comisión extra.
●   Al funcionar como una hipoteca, los contratos son de larga duración. El contrato tiene una duración mínima de 10 años.
●   El leasing inmobiliario solo aplica para empresas y negocios, a diferencia del alquiler, donde también pueden participar personas naturales. 

Por lo que, queda claro que el leasing inmobiliario es una forma bastante única de obtener un negocio. Su particularidad lo hace atractivo, sin embargo, de la misma forma en la que cuenta con ventajas, tiene también desventajas.

 

El leasing inmobiliario es un tipo de contrato que, en los últimos años, se ha vuelto bastante popular. La razón de esto, es que suele venderse como la solución más novedosa ante la necesidad de un establecimiento para tu negocio.

Y aunque no es una mala opción, tampoco es un mecanismo perfecto en donde obtendrás las mil y una ventajas que nunca te afectarán.

Como todo en la vida, el leasing inmobiliario tiene una serie de ventajas y desventajas a tener en cuenta al momento de realizar el contrato. 

El leasing inmobiliario tiene una serie de ventajas que lo vuelven muy útil para quien esté empezando o quiera ver crecer su negocio. Puedes encontrar cosas como:

●   Tendrás que pagar una cantidad fija y sin variaciones a lo largo de los años, a diferencia de las hipotecas. Las amortizaciones apenas y afectan este presupuesto.
●   A veces, los gastos administrativos y de mantenimiento son pagados por el arrendatario.
●   Dispones del bien inmueble por completo.
●   Estarías financiando el bien inmueble en su totalidad.
●   Y lo más importante, si cuando termine el contrato prefieres no quedarte con el bien inmueble, puedes simplemente no hacerlo. No recibirás penalizaciones por no adquirir el objeto del contrato.

Resulta valioso destacar que se trata de un contrato a largo plazo, lo cual puede ser bueno o malo, dependiendo de tus necesidades financieras. 

Y lo que bien pueden parecer grandes ventajas, también pueden significar enormes desventajas. Entre ellas, podrás encontrar:

●   Tendrán que por lo menos 10 años para que el contrato se finalice.
●   El contrato no puede cancelarse antes de tiempo, porque en tal caso, recibirás una penalización.
●   No podrás adquirir el bien inmueble hasta que termine el contrato. Estarás, hasta cierto punto, limitado por el mismo.
●   Finalizado el contrato, en caso de querer adquirir el local comercial, debes pagar un extra. Este adicional puede ir entre el 10-15% del precio del inmueble.
●   En contraste con los créditos, no podrás adelantar cierta parte de la totalidad del precio del inmueble. Estás obligado a pagar las cuotas como lo estipula el contrato.

Lo más importante en todo esto, está en que la mayoría de estas desventajas recae en que no te convengan los 10 años o no cumplas el contrato. En caso de que esto no sea un problema, entonces no tendrás complicaciones.

👉🏻 Ventajas y desventajas del leasing inmobiliario para negocios

El leasing inmobiliario cuenta con una serie de similitudes a una hipoteca, al punto en el que hay quienes creen que son lo mismo. No obstante, no pueden ser más diferentes. Encontramos, por ejemplo:

●   En la hipoteca, tú serás dueño del bien inmueble después de iniciar el contrato. A diferencia del leasing, donde estás básicamente rentado.
●   Hay varios tipos de hipotecas, que se distinguen principalmente por sus intereses al momento de saldar la deuda. En el leasing los intereses son mucho menores.
●   Con el leasing puedes hacer uso del local sin que sea tuyo, a diferencia de la hipoteca, donde no puedes renunciar al contrato hasta que finalice el pago.
●   El leasing inmobiliario te da la opción de finalizar con la compra del local, las hipotecas son compras a crédito.
●   Los contratos de las hipotecas pueden ser mucho más cortos, en comparación a la década entera del leasing. 

Así que sí, cuentan con varias diferencias. En caso de querer elegir entre cualquiera de las 2, lo mejor es maquinar bien sobre las ventajas y desventajas que obtendrás por cualquier opción. 

El leasing inmobiliario no es un contrato cualquiera, de hecho suele contar con cláusulas muy específicas, por lo que no se trata de un proceso sencillo. 

A primeras, puede parecer que el leasing inmobiliario no es muy diferente al arriendo, pero en realidad lleva más que eso. Para empezar, la documentación que hay que otorgar y sus requisitos, son diferentes. 

Para que un contrato de leasing inmobiliario pueda ser nombrado como tal, debe cumplir con los siguientes requisitos:

Requisitos

●   Primero que todo, el inmueble debe estar destinado a actividad mercantil. 
●   El contrato debe durar los lo menos 10 años. 
●   Las cuotas de amortización deben tener constancias o un cierto nivel de crecimiento. 

Sobre la documentación, suele incluir un historial crediticio e informes financieros fiscales, no obstante, depende completamente de las condiciones del contrato. 

Las solicitudes, igualmente, dependen del tipo de contrato y de la entidad con la que estés firmando el contrato.

La solicitud de aprobación de leasing, en el caso de algunas empresas, se hace de forma virtual con unos pocos documentos.

Mientras que en otros casos, tienes que dirigirte directamente a la empresa, sociedad o institución para hacer las primeras reuniones. 

Sin embargo, antes de cualquiera de estas 2 posibilidades, lo más recomendable es hacer un estudio financiero fiscal. Con este documento en mano, que suele ser el requisito principal, estarás bien equipado. 

Además del estudio financiero fiscal, ya en el proceso de la solicitud, es normal que la empresa o institución quiera realizar una evaluación de tu capacidad de pago.

También conocido como capacidad de endeudamiento, se trata de una medida empleada para saber si eres apto para aceptar la deuda mensual. 

Este número sale de tus ingresos mensuales, tus gastos mensuales y la cuota que tendrás que pagar por el leasing. Si tu capacidad de pago es la adecuada, podrás hacer el contrato sin problemas. 

El leasing inmobiliario es una inversión a largo plazo y a la vez una inversión de beneficio inmediato. La hace una gran opción para personas que necesiten un local con rapidez y que a la vez cuenten con los recursos para mantener el contrato.

Lo más importante del leasing es mantener en orden todas las cláusulas que indica el contrato. Solo que, un contrato no es todo lo que define este tipo de negocio, hay más.

Aspectos legales y financieros del leasing inmobiliario:

Antes de pensar en obtener este contrato, tienes que tener en cuenta las legalidades y cómo puedan afectarte. En parte, se trata de una deuda a largo plazo. 

Aspectos legales y fiscales:

Lo que vaya a suceder dentro del leasing, cosas como impago o penalizaciones, pueden quedarse en tu registro fiscal

Riesgos y precauciones:

10 años es bastante tiempo, por lo que si entras en cualquier crisis, puede darse una situación de impago. Hay que tener un alto nivel de seguridad en la inversión.

El leasing no es la solución a todos los problemas de PYME y grandes empresas que necesitan un local. Se trata de una inversión importante, con sus riesgos, complicaciones y diferentes posibilidades. 

En términos generales, el leasing inmobiliario es un concepto bastante simple de entender. No obstante, el problema puede venir en las especificaciones. 

Cada contrato es distinto y tiene sus propias cláusulas, pero además de eso, al compararlos con otros tipos de negocios, se obtienen resultados interesantes. 

En caso de que no tengas una capacidad de pago adecuada, la solicitud será simplemente rechazada.

Mientras que si no puedes seguir pagando el leasing, antes de que termine el contrato, puedes recibir varias penalizaciones. Las penalizaciones dependen del tiempo del contrato, el uso del bien, entre otros factores. 

La respuesta a esta pregunta depende más de quién la realiza, que el valor de estas prácticas en sí.

Si quieres hacer una inversión en bienes muebles, que puede que no necesites después, prefiere el renting. 

En cambio, si deseas invertir en bienes muebles o inmuebles que puedas necesitar en un futuro, prefiere el leasing. De una u otra forma, ambas son formas de acceder a una forma más barata de utilizar ciertos bienes. 

Hay 2 opciones que dependen de la empresa o entidad que te esté arrendando. La primera opción es que simplemente no se te permita pagar todo antes de tiempo, mientras que la segunda es que esto venga con una penalización.

A diferencia de una hipoteca, con el leasing inmobiliario no tendrás la posibilidad de financiar una parte del precio del bien antes de iniciar con la amortización mensual.