Desconecta 5 minutos, y piensa en todo lo que has utilizado hoy: la luz para el café, el agua de la ducha, la carretera para llegar al trabajo, la red de datos que te permite leer esto... ¡o el sistema de alcantarillado que se lleva lo que nadie quiere ver!
Y ahora pregúntate: ¿qué pasaría si invirtieras en el negocio que hace posible tu vida cotidiana; un negocio que es necesario pase lo que pase? ¿Apagarías tu ordenador si hubiese una recesión? ¿Dejarías de utilizar por ello la electricidad, o de abrir el grifo del agua, o de circular con el coche por la vía pública, o de encender la calefacción para calentar tu vivienda?
En épocas de crisis en los mercados financieros, existen ciertos sectores que actúan como refugio para los inversores bursátiles. Esos sectores suelen comportarse de forma resiliente ante los vaivenes del mercado por satisfacer las necesidades básicas de la población, tales como el sector de la alimentación, la salud y farmacéuticas, o las utilities (servicios públicos como electricidad, gas natural, agua, e infraestructura energética); y más allá de las utilities, el sector de las infraestructuras. Este último incluye no solo a las utilities, sino también al transporte, el real estate o las telecomunicaciones.
Un sector que no solo actúa como refugio en la posición más baja del ciclo económico, sino que además ofrece otra serie de ventajas por los siguientes motivos:
Activos esenciales y defensivos: Las infraestructuras son servicios críticos para la economía, por lo que generan una demanda estable incluso en recesiones, y menor volatilidad que otros sectores.
Barreras de entrada y regulación: Son negocios con altas barreras de entrada (costes, licencias, concesiones). Y cabe recordar que la regulación garantiza ingresos predecibles y contratos a largo plazo.
Generación de flujos estables: Suelen ofrecer cash flows recurrentes y dividendos atractivos. Ideal para inversores que buscan ingresos regulares y preservación de capital.
Protección contra la inflación: Las tarifas y contratos suelen estar indexados a la inflación, lo que protege el poder adquisitivo. Hablamos de activos reales que tienden a revalorizarse en entornos inflacionarios.
Tendencias estructurales: Aquí se incluye la Transición Energética mediante laelectrificación, energías renovables y redes inteligentes, la Digitalización a través de la demanda de torres de telecomunicaciones o centros de datos, y la Urbanización y Movilidad por medio de la inversión en transporte público, aeropuertos, carreteras, etc.
Diversificación internacional: Las infraestructuras están presentes en todas las economías; por lo que de esta forma se reduce el riesgo geográfico. A su vez, mantienen una baja correlación con otros activos (acciones growth, bonos).
Como ves, este sector no solo actúa como refugio cuando vienen mal dadas sino que ofrece un potencial de crecimiento, dado que muchos países están destinando billones a infraestructuras, las que a su vez se espera que sean resilientes al cambio climático y sostenibles, y adaptadas al incremento de la demanda de la población.
Cambios en la demanda ciudadana
La pandemia de 2020 fue un punto de inflexión en muchos ámbitos, y entre ellos, en las demandas que los ciudadanos hacemos a nuestros Gobiernos.
Hasta la llegada de la crisis sanitaria, entre las diversas prioridades que la sociedad exigía a sus gobernantes se encontraban el crecimiento económico y el empleo, la reducción de la carga fiscal y un mayor control del déficit público, infraestructura tradicional como carreteras, aeropuertos, o transporte, educación de calidad y tecnología más competitiva.
Es evidente que las prioridades suelen variar por países, pero en líneas generales esas eran las principales demandas de la ciudadanía, que a partir del año 2020 se vieron alteradas tras el paso de la COVID-19.
Pero con el padecimiento de la crisis sanitaria, muchas carencias de infraestructuras y servicios públicos salieron a la luz, tales como la falta de sistemas sanitarios robustos, acceso a la conectividad de internet, redes de seguridad y protección social ante las crisis (ej.: subsidios, ayudas, etc.), infraestructuras verdes, o protocolos y sistemas de emergencias para futuras pandemias o desastres.
Desde ese momento, las demandas de la sociedad se vieron modificadas, y esas carencias se convirtieron en los principales factores por lo que actualmente los ciudadanos miden la gestión de sus Gobiernos.
Ya no solo se pide un empleo, sino que éste permita trabajar desde casa (teletrabajo), y para ello, es necesario disponer de conectividad. Un problema que no suele presentarse en las grandes ciudades, pero sí en zonas rurales y municipios más pequeños.
Ante los confinamientos forzosos durante la pandemia, mucha gente que residía en las grandes urbes optó por cambiar su residencia a pequeñas localidades con precios de viviendas más asequibles, que dispusieran de patios o jardines para poder salir tranquilamente del encierro. Pero muchos se toparon con el problema de la falta de conectividad para poder trabajar desde la distancia.
Como se puede observar, gran parte de la demanda ciudadana se concentra en el desarrollo de infraestructuras; lo que hace que este sector presente un gran atractivo de inversión debido a su amplio recorrido previsto para las próximas décadas, por los motivos anteriormente expuestos.
La inversión en infraestructuras se podría decir que es sinónimo de inversión a largo plazo, y con una generación de ingresos recurrentes.
Si es eso lo que buscas a la hora de invertir, este sector seguramente es el tuyo. Aunque como en todo sector en el que se pretende invertir, si se desconoce las particularidades del mismo, lo recomendable será acceder de la mano de expertos que sepan identificar a aquellas empresas con potencial de crecimiento y rentabilidad; y eso lo podremos hacer mediante un Fondo de Inversión especializado en la materia, como el que te presento a continuación.
Lazard Global Listed Infrastructure Equity Fund
Este fondo de renta variable global especializado en infraestructuras se constituyó en julio de 2012, por lo que tiene una amplia trayectoria en el sector.
Como objetivo, el fondo se propone lograr una rentabilidad total a largo plazo integrada por ingresos y revalorización del capital. Para ello, invierte a nivel global en renta variable (e instrumentos relacionados con la renta variable) de empresas de infraestructuras que coticen o se negocien en los mercados regulados.
Su estrategia de “Infraestructura preferente” consiste en la búsqueda de compañías con activos esenciales (por ejemplo, redes eléctricas, transporte, telecomunicaciones), que tengan barreras de entrada altas y contratos regulados o concesiones a largo plazo.
Para tratar de garantizar una flexibilidad total al obtener exposición a empresas de infraestructuras a nivel mundial, podrá invertirse más del 20% del valor del fondo en mercados emergentes.
Las exposiciones a divisas de la cartera del fondo se cubrirán sustancialmente en libras esterlinas; la moneda de referencia de este vehículo de inversión.
Sus niveles de apalancamiento esperados no podrán superar el 40 % del valor del fondo.
Con una volatilidad del 6,55%, este fondo presenta una beta a tres años de 0,81 y un nivel de riesgo 4, dentro de la escala del 1 al 7.
Al 12 de noviembre de 2025, la evolución del valor liquidativo del fondo había sido la siguiente:
Las rentabilidades alcanzadas fueron las que se observan en el siguiente cuadro:
La rentabilidad del fondo se mide con respecto a la rentabilidad del Índice MSCI World Core Infrastructure (el «Índice de referencia»).
El fondo dispone de varias clases, las cuales te detallo a continuación:
El período mínimo de permanencia recomendado por Lazard Asset Management LLC, sociedad gestora del fondo, es de 5 años. Y su equipo gestor está conformado por los siguientes especialistas:
La cartera de inversiones, al 30 de septiembre de 2025 estaba compuesta por las siguientes diez principales posiciones:
Y sí, podemos vivir sin muchas cosas… pero sin agua, luz, carreteras o wifi estable, la civilización dura exactamente lo que tarda en apagarse el router. Así que ya sabes: si buscas un sector que no descansa ni en recesiones, puedes ir pensando entonces en las infraestructuras.