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Blog Análisis de mercados y productos financieros
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La moda que mejor le sienta a tu cartera

La Inteligencia Artificial (IA) está de moda. Una moda que parece haber llegado para quedarse, y dista de ser pasajera. 

En ocasiones, las modas no se adoptan por lo atractivos que puedan resultar esos modelos más demandados, sino porque lo que realmente resulta atractivo, es estar a la moda. 

Recuerdo que en los años 80` se pusieron de moda los Jeans nevados; esos pantalones vaqueros que se caracterizaban por su apariencia desgastada y decolorada, lograda mediante un proceso de lavado con piedra pómez y coloro, convirtiéndose así en un símbolo de la moda juvenil y rebelde de la época.


 
¿Te acuerdas de ellos? Si es así, ¡es que seguramente perteneces a la Generación X! Qué tiempos aquellos… 

Pero debo confesar, que esos pantalones no me resultaban para nada atractivos y tampoco iban con mi personalidad. Aun así, terminé llevando uno. 

Con la llegada del iPhone en el año 2007, la industria de las telecomunicaciones sufrió una gran revolución y desde entonces, el uso de los Smartphones se popularizó hasta nuestros días. ¿Quién no tiene un teléfono con el WhatsApp instalado? 

Pues debo confesar también, que a pesar del uso popularizado de esos teléfonos inteligentes, estuve sin comprarme uno hasta el año 2018 porque me negaba a destinarle tanta importancia y dedicación a esos aparatos, y me aferraba a mi teléfono con tapa que incluso hasta me parecía más elegante. Finalmente, pudo conmigo la presión del cambio. Sí, soy un negado, lo sé… 

¿Y tú? ¿Eres de las pocas personas que aún no adopta el uso de la Inteligencia Artificial para ciertas tareas o actividades de tu día a día? ¿Te niegas a formularle alguna pregunta al ChatGPT o aún no sabes cómo hacerlo? No te preocupes; tarde o temprano la industria tecnológica terminará acorralándote y seguramente terminarás como yo, rindiéndote a sus pies. 

¿Es que las modas surgen porque el público las demanda, o porque se impone su uso? Es la eterna pregunta… 

Habrás notado ya, que la lista de resultados que arroja el buscador Google a tu consulta, ahora viene precedida de la respuesta personalizada de un agente de IA. 

Y en la última actualización de la aplicación de WhatsApp, ya se incluye un icono de Meta AI para que puedas formularle tus preguntas. 

No hay escapatoria… 


La transición energética pone el foco en la IA 


Con la apertura de la Inteligencia Artificial al público masivo y su aplicación en prácticamente todos los campos, se incrementa exponencialmente la demanda energética. 

Para que una IA como ChatGPT funcione, primero debe ser entrenada con grandes volúmenes de datos. Este entrenamiento requiere una enorme capacidad computacional, usando miles de chips especializados (como GPUs o TPUs) en centros de datos. Un proceso que evidentemente consume una gran cantidad de energía eléctrica, lo que a veces equivale a la que utiliza una pequeña ciudad durante días o semanas. 

Una vez entrenada, cada vez que interactúas con la IA, se activa un sistema en la nube que debe procesar en tiempo real lo que dices, y generar una respuesta. Si millones de personas lo hacen simultáneamente, la demanda energética se multiplica. 

Es por ese motivo, que la IA necesita estar alojada en centros de datos que funcionan 24/7. Estos centros consumen mucha energía no solo para operar los servidores, sino también para mantenerlos refrigerados ya que se calientan considerablemente. 

Y para reducir ese coste de refrigeración, muchas compañías instalan sus centros de datos en zonas de bajas temperaturas como es el caso de Islandia, o incluso Meta (Facebook) con centros de datos en Luleå (Suecia), para aprovechar el clima frío y la energía hidroeléctrica; otro recurso puesto a prueba estos últimos años: el agua. 

Dado ese aumento considerable en el uso de la energía y la presión que eso ejerce sobre un recurso natural como es el agua, es necesario potenciar el uso de energías alternativas y renovables, y mejorar las técnicas de aplicación de la tecnología tales como la instalación de servidores y centros de datos en zonas de bajas temperaturas, o el uso de sistemas cerrados con reciclado de agua, o incluso mejorando la eficiencia de los chips y algoritmos. 


La inversión financiera también se sube al tren de la IA 


Hace unas semanas, un profesional de la auditoría contable me relató su experiencia en un congreso donde entre otros asuntos, se explicaron las aplicaciones que tiene la IA para el sector; y lejos de sustituir la labor de los auditores, se presentó como una herramienta que mejora la eficacia del trabajo de estos profesionales. 

Concretamente, en pocos segundos la IA revisa los estados financieros y detecta posibles irregularidades o ciertas anomalías, dándole pistas al auditor para que sea éste quien termine de analizar si existe o no algún tipo de fraude. Esto reduce enormemente los tiempos de duración de las auditorías, y mejora la precisión del análisis. ¡Qué gran idea! Dado que no solo es tener la herramienta, sino ser capaces de asignarle una aplicación.  

Y en el ámbito de las inversiones financieras, también se han encontrado diversas aplicaciones para la IA. 

En un amplio universo compuesto por miles de empresas que cotizan en los mercados financieros, resulta difícil y laborioso detectar cuáles de ellas ofrecen mayor potencial de crecimiento y rentabilidad, teniendo en cuenta una serie de circunstancias y variables tanto endógenas como exógenas. 

Esa gran labor de análisis de estados financieros de miles de empresas, del sector en el que éstas operan, de su entorno, de perspectivas macro y micro, y de otras miles de variables a tener en cuenta, también la puede realizar ya la Inteligencia Artificial pero con mayor capacidad de análisis; dado que puede abarcar una mayor cantidad de empresas y detectar oportunidades que solo sería posible detectarlas con un ejército de analistas. 

Y aquí me surge una vez más el dilema: ¿Aprovecho las ventajas de la IA y me sumo a la tendencia, o una vez más me niego hasta que no me quede otra alternativa? 

Pero esta vez entré en razón, dado que no quisiera llegar tarde y perderme oportunidades por el camino; así que decidí buscar un Fondo de Inversión que aplique la IA para la búsqueda y análisis de esas oportunidades pero, eso sí… ¡Qué siempre tenga analistas detrás, supervisando los resultados de la IA! Es que estoy muy chapado a la antigua… 


Pictet – Quest AI-Driven Global Equities 


Para esta ocasión, decidí acudir al buscador de Fondos de Self Bank, dado que me resulta interesante el criterio que adoptan en esa entidad para seleccionar los Fondos que comercializan. Y es allí donde encontré el Fondo Pictet – Quest AI-Driven Global Equities P EUR Acc; un Fondo de renta variable global que aplica la Inteligencia Artificial y técnicas de optimización de carteras. Para ello, el gestor de inversiones selecciona valores que se espera ofrezcan perspectivas de crecimiento superiores a la media y maximiza las rentabilidades ajustadas al riesgo. La estrategia hace hincapié en aumentar el peso de los valores de bajo riesgo y reducir la exposición a los de alto riesgo, garantizando el cumplimiento de las prácticas de buena gobernanza. De esta forma, el Fondo presenta una beta de 0,96 y una volatilidad del 12,41% que se traduce en un nivel de riesgo 4, en la escala del 1 al 7.


 
Los gestores del Fondo consideran que el comportamiento de las personas como inversores, más que la salud financiera de las empresas, es el principal factor que influye en las cotizaciones bursátiles a corto plazo. Y para entender y predecir este comportamiento, se necesita una amplia gama de datos de mayor frecuencia que sólo la Inteligencia Artificial puede procesar. Por lo tanto, mediante el uso de la Inteligencia Artificial, su estrategia Quest basada en IA puede evaluar con rapidez y precisión el comportamiento de los inversores y hacer mejores predicciones de rentabilidad, con el objetivo de superar al mercado manteniendo bajos los costes y el tracking error

Para medir su desempeño, el Fondo utiliza como índice de referencia el MSCI World, cuya comparativa se puede observar en el siguiente gráfico:


 
Dada la corta trayectoria del Fondo, los datos de rentabilidades son los que te presento a continuación:


 
Con ISIN LU2749782103, este Fondo se constituyó en Marzo de 2024 y aplica unos gastos corrientes del 0,62%. 

Al 31 de Marzo de 2025 la cartera del Fondo estaba compuesta por 385 posiciones, y de las cuales las diez principales eran las que se observan en la siguiente gráfica:
 

 
Pero si deseas más información sobre este vehículo de inversión, puedes acceder directamente al buscador de Fondos de Self Bank mediante el siguiente enlace: https://www.selfbank.es/invertir/fondos-de-inversion 

Con respecto a la gestión del Fondo, ésta estará a cargo de Stéphane Daul y Alexandra Nagy, ambos experimentados gestores de Pictet Asset Management S.A. Y si bien se apoyan en la IA para el análisis y la búsqueda de oportunidades, serán ellos quienes tengan la última palabra al momento de decidir si invertir o no en un valor concreto, lo que inspira mayor confianza… Porque ya sabes: la inteligencia puede ser artificial, pero los errores con tu dinero siguen siendo bien reales. Así que nada mejor que un buen gestor detrás, velando por tus inversiones. 
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