Las bolsas mundiales continuaron su tendencia al alza durante el mes de agosto, apoyadas por la elevada liquidez que siguen proporcionando los bancos centrales, así como por una buena temporada de resultados empresariales correspondientes al segundo trimestre, que han permitido moderar ligeramente la exigencia de las valoraciones absolutas. Los factores positivos han superado a los riesgos asociados a la expansión de la variante Delta que ha generado temores a una desaceleración del crecimiento. Otros factores de incertidumbre como son la presión regulatoria en China o el mayor riesgo geopolítico por la situación en Afganistán han tenido una incidencia muy limitada en los mercados financieros.
El principal acontecimiento de todo el mes de agosto ha sido el discurso de Powell en Jackson Hole, que permitió a Wall Street marcar nuevos máximos históricos y a los índices europeos apuntarse nuevas ganancias, mientras las TIRes se moderaban ligeramente. Powell habló de una economía americana que ha progresado en uno de los objetivos de la Fed (inflación a medio plazo en torno al 2%) pero aún queda camino por recorrer en el objetivo de pleno empleo (aún cerca de 5 millones de empleos por debajo de los niveles pre-pandemia, 5 mln de ellos en el sector servicios) y con la incertidumbre que genera la expansión de la variante Delta (se monitorizará su impacto en próximos datos de actividad económica). Aunque Powell apunta a que el tapering se pueda iniciar antes de final de año, no parece haber ninguna prisa por empezar a subir tipos, a la vez que el balance de la Fed se mantendría elevado (> 8 bln usd tras más que duplicarse desde el inicio de la pandemia), una política monetaria por tanto de sesgo claramente dovish. La expectativa de que el actual presidente de la Fed sea nominado para un segundo mandato (el actual expira en feb-22) sugiere que el tono de la política monetaria seguirá siendo acomodaticio a pesar del inicio de retirada de los estímulos monetarios extraordinarios.
A destacar, igual que en julio, el mejor comportamiento relativo de las bolsas americanas frente a las europeas, mientras que la renta variable china frena sus caídas. En EEUU, S&P +2,9% en USD (+3,4% en euros) y Nasdaq 100 +4,2% en USD (+4,6% en euros), mientras que, en Europa, Eurostoxx +2,6%, Dax +1,9% e Ibex +2% recuperándose de las caídas del mes anterior. Emergentes planos +2,4% en USD (+2,9% en euros), apoyados por la recuperación de la bolsa china (+4,3% en USD, +4,8% en eur).
En los mercados de deuda, las TIRes 10 años repuntan, aunque sólo ligeramente, dada la cautela que siguen mostrando los bancos centrales en la retirada de estímulos monetarios: EEUU +9 pb hasta 1,31% (vs máximo anual 1,74%), Alemania +8 pb a -0,38% (vs máximo anual -0,10%), España +7 pb a 0,34% (máximo 0,62%) e Italia +9 pb a 0,71% (máximo 1,12%).
En el mercado de divisas, el mes de agosto se ha saldado sin apenas movimiento neto para el eurodólar, apreciándose apenas un 0,5% hasta 1,18 USD/Eur, aunque moviéndose en un rango mensual entre 1,165 y 1,19 USD/Eur. El billete verde, después de depreciarse en los meses de abril y mayo desde 1,17 a 1,225, volviendo a recuperar posiciones en junio y julio e intentando estabilizarse en torno a 1,18 USD/Eur, con el apoyo de una Fed que, aunque lenta en la retirada de estímulos monetarios, comenzará este proceso antes que el BCE.
En el mercado de commodities, el crudo se movió en un rango de 65-75 USD/b (Brent), cerrando el mes en niveles de 73 USD/b con una caída en torno al 4% frente a niveles de finales de julio. El mantenimiento del plan de aumento gradual de producción (+0,4 mln b/d mensualmente) permitirá que en sept-2022 se haya devuelto toda la producción que se recortó en su día para adaptarla a la caída de la demanda, y sugiere que el consumo global no se estaría viendo especialmente resentido por la expansión de la variante delta. Esto debería permitir al Brent consolidar niveles por encima de 70 usd/b. La próxima reunión de la OPEP+ será el 4-octubre.
De cara a nuestra visión de las bolsas, en positivo seguimos teniendo una recuperación económica de fondo (aunque probablemente a un ritmo inferior al inicialmente previsto) y con ella de los resultados empresariales, así como una política monetaria que empezará a normalizarse de forma muy gradual en EEUU y tardará aún tiempo en hacerlo en Europa. A pesar de estos apoyos, habrá no obstante que vigilar los riesgos asociados a la pandemia por su impacto en el ritmo de actividad económica y prestar atención también al ritmo de normalización monetaria, así como a otros factores como la presión regulatoria en China o el creciente riesgo geopolítico.
Artículo escrito por Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4 Banco.