Mantenemos nuestra opinión de que las estrategias de salida de los principales bancos centrales seguirán marcadas por la paciencia (recuperación incompleta, repunte de inflación transitorio) y que la recuperación de resultados empresariales seguirá adelante de la mano de un levantamiento de restricciones y mejora de la movilidad a medida que se aceleran las campañas de vacunación. Los principales riesgos, que el repunte de inflación sea estructural (pero esperamos que no lo sea y que las presiones inflacionistas se vayan suavizando a medida que vayan desapareciendo los efectos base y los cuellos de botella) y que las nuevas cepas compliquen la reapertura económica (ejemplo: variante india y limitaciones al turismo británico por parte de Alemania y Francia). La evolución de estos riesgos podría propiciar mejores puntos de entrada, teniendo en cuenta que los apoyos a las bolsas se mantendrán, con elevada liquidez (bancos centrales manteniendo sesgo dovish), estímulos fiscales (EEUU, con los planes de infraestructuras y de familias pendientes de aprobación, 19% del PIB en próximos 10 años) y expectativas de recuperación del ciclo económico y de los resultados empresariales.