Excelente, amigo Tristán. Lástima no pronunciar ese discurso en el Parlamento y no delante de una cámara. ¡Cómo me gustaría que un día, por error, okuparan el piso de un político podemita, por ejemplo! Sería curioso escuchar al podemita en cuestión defender al okupa que le está destrozando su propio piso. No, claro, la okupación está bien cuando les toca a otros, cuando le toca a uno cambian las cosas.
Yo procuro ser más optimista. Cuando llega la hora de pagar también prescribe un ejercicio. En Guipúzcoa, donde yo vivo, el viernes prescribió el ejercicio 2015. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra...