Más allá de los contenidos de TVE, que no puedo comentar porque no la veo, ya de raíz, desde que se pusieron "tan estupendos" proclamando a bombo y platillo que no se iba a insertar publicidad, me pareció muy bien que cualquiera se pusiera tan "estupendo" como quisiera pero NOOOOO CON EL DINERO DE TODOS. Y ahí está la prueba, pérdidas y más pérdidas a costa del bolsillo de los contribuyentes. Totalmente en la onda de lo que la insigne ministra que sufrimos dijo: "El dinero público no es de nadie".
Y este derroche de dinero público, como tantísimos otros, ya vemos a lo que nos ha llevado.
Ya es hora de que llegue la época en que la moralidad, la ética, se instaure en nuestro país, en las instituciones que costeamos y que tanto nos "sangran" a los españoles de clase media porque, los que están en un status superior, ya se la arreglan para escaquearse de pagar impuestos y, encima, les pueda salir la declaración del IRPF a devolver.
Ojalá que esta crisis, si bien se le llama económica es, fundamentalmente, ética y de valores, pues en la falta de ellos tiene su orígen, sus raíces. Y de tantos, tantos y tantos que se han enriquecido escandalosamente con nuestro dinero. Y de los 2.000 cargos públicos que se dice se pueden llegar a imputar, seguro que no llegan ni al 10% de los realmente susceptibles de ser imputados.
Totalmente de acuerdo con alguno de vuestros comentarios. Televisiones públicas y autonómicas, que cuestan tal millonada al contribuyente y que no son competitivas en sus contenidos por no tener ni que serlo, ya que las sustentan el dinero público, que sobrevivan las que lo merezcan por su gestión. Es hora para las prioridades y, mantener estas televisiones, bajo un criterio ético y racional para la situación que atravesamos, en absoluto lo son.