Hace años me vengo fijando que entre familiares, amigos y conocidos, hay un grupo bastante importante de gente entre los 35 y los 45 años que mientras puedan aguantar en casa de los papis, ni la clavan ni la van a clavar. Jóvenes que se le acabó el paro antes de empezar la crisis, que no valían para buscar trabajo cuando había, que no saben hacer nada ni interés en aprender, ..., y que no sólo no te van a pagar la jubilación, sino que su máxima aspiración en esta vida es que tú les pagues una pensión no contributiva.
Efectivamente, así es. O elecciones o peligro de epidemia y volvemos a pasar a la historia con otra pandemia con el adjetivo español colgando.
Esta mañana me comentaba un compañero de trabajo que a cuando fueron a ponerle a su hija de, creo, 3 años, la segunda vacuna de la varicela, se encontraron que la habían quitado del calendario de vacunas. Tuvieron que juntarse unos cuantos padres y pedirla a Francia a través del Colegio de Pediatría de la ciudad. Los que quisieron claro, que algunos no pudieron o no quisieron soltar los 150 boniatos que costaba. A ver qué me dice mañana cuando sepa que la vuelven a incluir. Al señor Alonso mañana le van a pitar los oídos.
Mira, yo tenía la misma duda que tú, pero con el Windows 7. Y me dije, total si es gratis y luego no me gusta, formateo el disco duro y vuelvo a instalar el 7. Esta vez, probar no cuesta nada.
Yo también soy de los que con el tiempo ha terminado pagando prácticamente todo con tarjeta. Sólo me faltan las chuches de los sobrino y las consumiciones en el bar del pueblo, pero para todo lo demás, Mastercard. Aunque creo que la mía ahora es VISA.
Un incentivo para éllo, y siguiendo el tema de los robos, fue que en el trabajo empezó a faltar dinero en las taquillas de los trabajadores. Se tardó años en saber quién era. Se pusieron cámaras, se peinaron turnos enteros, se hizo un seguimiento de los calendarios a ver cuándo se robaba, se cambiaron trabajadores de turnos para acotar sospechosos, hubo gente que estuvo con un pie en la calle pensando que eran culpables, vino la Policía ni sé la de veces a tomar huellas, ..., y al final, como en una buena novela policíaca, descubrieron que era úno de los que más pasta ganaba y menos sospechoso era. Malditas tragaperras.
Por cierto, un saludo a todos. Llevo años y años y años leyendo Rankia y nunca me había decidido a abrir una cuenta. A alguno le conozco como si le hubiera parido.
