Chapeau. Verdades como puños. Algún día habrá que contar cómo se cerró un taller de fabricación con contratos firmados poco antes y cómo desde arriba se empujó a miembros del mismo a buscar la ruptura con los clientes para acometer el cierre.
Jeje, que tiempos aquellos en los que, a las nueve de la mañana, estaba uno sentado en su oficina de Asturias, recibía la llamada a capitulo del "dios" de turno, a la una cogía el avión, iba a Madrid a tomar el café y a las ocho estaba de vuelta en casa. Muchas veces eran dos o tres personas a la vez las que tenían que hacer eso. ¿A alguien le extraña que se haya llegado a dónde se llegó?
Pues de lo de tener jefes que dan gritos y puñetazos en la mesa deberían estar entrenados. Hasta no hace mucho hubo en la casa uno igual. Y llegó a tener mucho poder.
Sabiendo cómo se hacen los informes anuales, lo del porcentaje de participación en DF Rail, si no es error tipográfico, es desconocimiento del redact@r.
El importe de este "contrato" no lo dicen por vergüenza, ¿verdad?.
El quiosquero de la esquina ha firmado un contrato de un euro con veinticinco céntimos con una niña que le ha comprado un paquete de chuches. Me paaaarto.
Hombre, los chikitos están muy bien en Euskal Herria. En La Felguera pegan más los culetes de sidra y los cachopos. Aunque ninguno de esos creo que frecuente ese lugar. Algunos, como Deza, Laza, Cuevas, etc . no lo pisaron en su vida.