Te doy la razón.
iSantander es una broma de mal gusto.
Openbank tiene renombre y mucha historia a sus espaldas. Es un banco online de verdad, no un camelo para salir del paso.
Yo escogería la opción A.
En ese caso la seguridad estará por encima de la rentabilidad.
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Si los intereses siguen bajando va a ser cuestión de esparcir el capital entre el mayor número posible de bancos que no cobren ninguna comisión por nada.
Entonces, habría que centrarse más en devolución de recibos de cuentas nómina, tarjetas con descuentos, etc.
La otra solución es arriesgar, pero no todo el mundo sabe encajar pérdidas.
Cuando la bolsa subía daban risa los ancianos que tenían millones de pesetas parados en el banco al 0,10% de interés. Si pierdes dinero invirtiendo lo habrás hecho mucho peor que ellos y encima habrás perdido miles de horas tomando decisiones.
Es la B.
Te remuneran al tipo de interés alto el dinero que lleves nuevo para hacer el depósito y el dinero viejo se queda en la cuenta Naranja al tipo de interés que le corresponda.
Ten en cuenta también que si sacas parte del dinero viejo de la cuenta Naranja disminuirá el depósito en la misma cuantía para contrarrestar la retirada.
Córtala con unas tijeras por la banda magnética y por el microchip para inutilizarla antes de tirarla a la basura.
Muchos bancos online no exigen que se les devuelvan las tarjetas canceladas, pero ten en cuenta que han descargado sobre el titular la responsabilidad en caso de uso fraudulento de las mismas.
Lo que dicen ellos es que no tiene límite preestablecido de gasto, es decir, que no se conoce de antemano.
Nadie duda de que el límite sea muy alto, sobre todo si responde la empresa con todo su patrimonio (lo cual no ocurre con las tarjetas personales), pero no es infinito.
Puede ser que en la práctica, para gastos ''normales'' de viajes de trabajo, haga el mismo servicio que no tener límite.
Me cuesta creer que una tarjeta personal estire tanto como una Business o una Corporate.
Igual me quedé un poco corto con el ejemplo. Voy a cambiarlo.
El día que quieras pagar algo de 6.000 € (30 veces más alto que la media) puede ocurrir que no se autorice la operación por ser un importe atípico para tu perfil. Con una VISA de 7.500 € de límite esto nunca te ocurriría.
Si vuelves y el hotel son $12000 ¿también pasa la tarjeta?
¿Y si son $17500?
Y si no pasa ¿qué haces, les firmas un cheque?
A mí me mata no saber el límite real.
Lo curioso de las AmEx es que como el límite no es conocido de antemano todo el mundo se piensa que el de la suya es estratosféricamente alto.
Dado que la aceptan en pocos sitios es normal que el gasto mensual sea bajo, pongamos 200 € al mes de media durante años y años.
El día que quieras pagar algo de 3.000 € (15 veces más alto que la media) puede ocurrir que no se autorice la operación por ser un importe atípico para tu perfil. Con una VISA de 4.000 € de límite esto nunca te ocurriría.
Uno nunca está contento con el límite que tiene en la tarjeta de crédito.
- Cuando el límite es bajo porque siempre estoy cerca del límite y un día me voy a pasar y me van a clavar la comisión
- cuando el límite es alto porque ¡cómo voy a sacar en esa tienda tan chunga una tarjeta con tanto límite! Si me la clonan me crujen.
La cosa tiene sencilla solución si tu tarjeta te permite hacer lo siguiente:
- Antes de hacer una compra grande-grande puedes recargar la tarjeta haciendo un traspaso de tu cuenta corriente a tu cuenta de crédito (cuenta tarjeta) o puedes subir el límite temporalmente durante unos días. Es posible que bloqueen parte del saldo de la cuenta corriente como garantía durante esos días.
- Después de haber hecho muchas compras pequeñas que te acercan al límite puedes amortizar anticipadamente el saldo total o parcialmente haciendo un traspaso de tu cuenta corriente a tu cuenta de crédito (cuenta tarjeta). Así volverás a tener disponible para seguir acumulando puntos o dinero.
Lo importante es conocer muy bien tu tarjeta y saber qué cosas puedes hacer con ella y cuales no.