Calimerorex
28/12/16 22:30
Ha respondido al tema ¿Habláis de bolsa con la familia? ¿Qué contestáis cuando os preguntan?
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¡Tenéis poco ojo inversor y, muy especialmente, especulativo!
¡Y como se nota que sois unos jovencitos! Si, lo que eres, no te extrañes, seguro que disfrutas de un primer dígito inferior a cinco, sin chistes fáciles.
Con mis ya superados sesenta años solo os puedo dar un consejo: siempre, siempre, siempre, hay que hablar de bolsa. Eso sí, con estrategia y mesura. Y especialmente cuando uno está en familia. Y no hacerlo en estas sentidas fechas es un error, un error imperdonable y más si vais de inversores inteligentes, porque estáis ante corazones reblandecidos y vosotros, fríos especuladores, estáis saboreando el vuestro gélido, el sorbete rebaja lo comido.
¡Es el momento de ajustar cuentas con la familia! Entended por familia el sentido cristiano de la palabra, es decir, cuñados, cuñadas, primos y primas, al final todos son lo mismo, dejando al resto, de momento, en paz.
Os cuento lo que hago yo. Siempre inicio la conversación pero con una pregunta dirigida a los tipos que os he comentado: ¿Me podéis recomendar una inversión en bolsa? ¿Invertís? Es que este año las cosas no me han ido muy bien y comienzo a tener serias dificultades.
En mi casa, por desgracia, siempre hemos sido muy cortos y de ir, también. Suerte los cuñados, cuñadas, primos y primas que nos han tocado, todos dotados con una inteligencia preclara, no me rio, no, que estas cosas me las tomo muy en serio, preclara, es el mejor adjetivo ante tanta sabiduría.
Y me responden todos a mansalva, de lo que les he preguntado y de lo que no, pero tras oírles parlotear durante unas dos horas sin haberme dejado meter baza, mejor para mí que voy dándole al cava, interrumpiéndose, atropellándose, a momentos a gritos, clasifico mis intereses en dos grupos:
a) Un grupo de inversiones a realizar con estilo no ya contrarían, no, nada de contrarían, el estilo ha de ser una medición matemática cuántica ajustada a 180 º, con margen de error nulo. ¡Mano de santo! ¡Yo solo opero así durante el año con todo lo que me han contado!
b) Se ven obligados, las formas mandan, a financiarme todas las operaciones, debéis entender el entorno, las miradas de la familia, la presión ……………………………………. acaban pringando con el juramento bíblico por mi parte que me ajustaré ¡voto a bríos! a todas sus recomendaciones, punto por punto.
Si, sé lo que todos estáis pensando, en el siguiente ejercicio económico, eso es para mí estas fiestas y sus merendolas, no colará el argumento. No os falta razón, pero aquí se aplica la conocida regla de “Estos son mis principios y si no le gustan no se preocupe, tengo muchos otros”.
Creo que el año que viene realizaré la entrada con un: ¿Sabéis que no os puedo devolver vuestro dinero porque en bolsa no me ha ido bien? ¿Alguna recomendación? Me han dicho que Abengoa se pone a 100, han cerrado un contrato de 10.000 pesqueros solares con una tal Pescanova y que un primo de mi cuñado dice que publican la noticia este fin de semana. ¿Qué tal si empezamos doblando la anterior inversión? Mano de santo. Aún mejor, jamón de santo.
El bucle, aunque os sorprenda, puede ser infinito. ¡Si son las cuñadas y los cuñados! ¡Y los primos!
No os digo lo que llevo ganado en el asunto, pero podría vivir sin necesitar jubilación. Es lo que tiene la familia, se ayuda.