2019: Rentabilidades excepcionales
En 2019 todos los mercados financieros donde invertimos el dinero de nuestros clientes han subido, y en algunos casos han subido mucho. Particularmente llamativos son los retornos de los fondos indexados (gestión pasiva) de Renta Variable USA y de Renta Variable Global de la gestora Vanguard: +33% y +29.9% respectivamente. En Renta Fija, destacan los fondos de bonos de países emergentes (+12,6% – gestora M&G), de bonos High Yield (+11,7% – gestora Robeco) y de bonos de deuda soberana estadounidense (+9,2% – gestora Pictet).
Con este entorno de mercado favorable, una gestión dinámica del riesgo, una correcta diversificación global de las carteras, y una selección independiente de los mejores instrumentos de inversión, hemos generado rentabilidades excepcionales en nuestras seis carteras modelo. La rentabilidad neta de nuestra cartera modelo más conservadora (cartera modelo 10) ha sido un +5,8% y la cartera modelo más arriesgada (cartera modelo 60) generó un retorno igual a +27,1%.
Retornos de este nivel no se podrán repetir todos los años. De hecho, como se puede observar en la gráfica, son rentabilidades muy superiores a nuestros objetivos de rentabilidad a largo plazo, con lo cual es muy probable que suframos una corrección en algún momento.
Estas correcciones o caídas siempre llegan por sorpresa: no se pueden predecir. Para lograr una buena rentabilidad a largo plazo no es necesario adivinar cuando bajan o suben las bolsas, sino que es importante ser capaz de aguantar sin vender en estas “correcciones” o momentos de turbulencia para no perderse el rebote que siempre termina compensando las caídas. Vender después de una fuerte caída suele ser el peor momento para hacerlo…
¿Estás correctamente perfilado para afrontar turbulencias?
A cada perfil de riesgo le corresponde una tolerancia al riesgo diferente, que depende de factores psicológicos y de la situación financiera personal de cada uno.
Se puede intentar comprender esta tolerancia gracias a esta primera tabla donde estimamos las pérdidas máximas esperadas a 12 meses con una probabilidad de 95%: solo hay un 5% de probabilidad para que las caídas sean más fuertes que las que indicamos en esta table. O para decirlo de otra manera, desde un punto de vista estadístico se considera que caídas de esta magnitud solo pueden ocurrir una vez cada 20 años. Por ejemplo, en el caso de la cartera 40 estimamos que la probabilidad de que su rentabilidad dentro de un año sea peor que -17% es apenas un 5%.
Si comparamos estas máximas pérdidas esperadas con las rentabilidades del año 2018 que fue un año malo, vemos que son estimaciones muy severas. Pero estas cifras son una guía para que cada uno sea consciente del tipo de escenario extremo al que podría enfrentarse en caso de fuertes caídas de las bolsas mundiales.
También podemos traducir esta capacidad de aguante frente a las “correcciones” y caídas de mercado en términos de plazos de inversión. La siguiente tabla da una estimación aproximada del tiempo que cada cartera tardaría en recuperarse en caso de que mañana las grandes bolsas globales sufran caídas comparables a las de las crisis de los años 2000 y 2008. Un inversor «agresivo» debe tener mucha más paciencia que un inversor «conservador».
El rebote
Dicho todo esto, también podemos argumentar que las buenas rentabilidades de este último año se explican en gran parte como un rebote que viene compensar las fuertes caídas del año 2018. En efecto, si consideramos los dos años en su conjunto, las rentabilidades del periodo 2018 + 2019 están en línea con las rentabilidades esperadas a largo plazo marcadas por nuestro modelo.
