Como inversores en renta variable a largo plazo, ante este tipo de eventos solo nos queda plantearnos una pregunta: ¿Dejaríamos de invertir a 10 años en renta variable por el impacto del coronavirus? La respuesta es no. Y será la respuesta correcta. Debemos sacar provecho del hecho de ser inversores a largo plazo y beneficiarnos de las fluctuaciones del mercado como la que estamos viviendo. Nos encontramos con tres factores que coinciden en el tiempo:
- La mayor pandemia global en más de 100 años
- La mayor recesión de al menos los últimos 80 años
- Los activos de renta variable más atractivos en precio de los últimos 30 años en Europa.
Con un poco de perspectiva podríamos decir que el mercado desde que comenzó el año, ha pasado por varias fases: una de complacencia al inicio, otra de pánico y por último una cierta normalización que continúa hasta la actualidad.
Cuando se empezó a expandir el Covid-19 por Europa y se transmitió a EEUU el mercado cayó sin ninguna discriminación. Fue una fase de enorme pánico. Sin embargo, en Bestinver lo vimos como un momento muy interesante para poner el dinero a trabajar. Sin hacer heroicidades, pudimos aprovecharnos de oportunidades en compañías que veíamos que podrían sufrir de manera temporal, pero, que por la calidad de sus negocios y sus saneados balances iban a sobrevivir. Hicimos, por lo tanto, especial hincapié en el nivel de deuda de cada compañía, en la gestión de la liquidez que estaban llevando acabo y en las líneas de crédito que estaban consiguiendo. Nuestra finalidad era más que nunca ser prudentes con las inversiones que íbamos a realizar. Sin caer en las famosas “trampas de valor”.
No nos cabe duda de que la pandemia retrocederá en algún momento, saldremos de la recesión, y los activos tan baratos que tenemos se acabarán normalizando. Es importante destacar que la recuperación no tiene por qué ser lineal. De hecho, es muy probable que no lo sea. La volatilidad va a seguir con nosotros. Sin duda, estos momentos son difíciles de vivir, pero siendo inversores de valor podemos decir que, con paciencia, habrá merecido la pena para nuestras inversiones. Oportunidades como esta se nos presentan una o ninguna vez en toda nuestra carrera como gestores.
