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Habitualmente cuando un ejecutivo se instala de nuevo en la Moncloa, viene siendo una práctica generalizada, desde los medios de comunicación, el hacer un resumen de gestión de los 100 primeros dias, una especie de termómetro que pueda dar unos indicadores y marcar una tendencia de las directrices a seguir.
Partimos por otro lado desde esta tribuna de opinión, que la continuación en el desarrollo y fomento de políticas neoli_
berales de mala manera nos pueden sacar de la crisis, ya que las mismas al estar basadas en los sacrosantos principios: Privatización de beneficios y socialización de pérdidas, tal y como ocurre por ejemplo en los rescates a la banca,solo puden beneficiar a los de los tirantes, mientras que el resto nos toca apretar el cinturón, contribuyendo de esta manera a profundizar más aún si cabe las insalvables
diferencias entre la élite y los menos pudientes.
Pero hemos querido adelantarnos a los citados 100 dias en el repaso de la actividad del ejecutivo, habida cuenta la enorme actividad habida y en ciernes, que en tan corto espacio de tiempo transcurrido se ha desarrollado.
Igualmente apuntar que nuestro único objetivo al manifestarnos en este foro, es denunciar las injusticias y los atropellos que los gobernantes cometen con los gobernados y si procediera aplaudir aquellas actuaciones y/o toma de decisiones presididas por la equidad y bajo el común denominador del sentido común, el menos común de todos los sentidos.
Todo ello intentando escapar de cualquier asomo de subjetividad y desde la independencia que otorga la postura ajena a cualquier ideologia.
Llegados a este punto nos encontramos con una importante celeridad del ejecutivo de Rajoy en la consecución y en el
boceto de políticas, que si finalmente se traducen en consonancia con sus enunciados, habria que calificarlas como muy positivas a la par que absolutamente imprescindibles.
Siempre se comenta que un equipo de fútbol es en definitiva un "estado de ánimo".Pues bien, los mercados cuentan con una susceptibilidad mucho más elevada aún y para que estos nos sean favorables, debemos de conseguir el crédito necesario,
crédito cuyo principal aval pasa por generar la máxima fiabilidad y credibilidad en la asunción de nuestros compromisos.
Y como estamos negociando con mercados de deuda, estariamos hablando en consecuencia de garantizar la devolución de los préstamos de nuestra deuda soberana.
Deuda soberana, que en estos momentos constituye la energia vital para que el país pueda funcionar y sin la cual nos veriamos abocados a un precipicio de nefastas e imprevisibles consecuencias.
Pues bien, cuando ha salido a pública subasta la sexta emisión de deuda por parte del estado, paralelamente ha sido la sexta vez que se han cubierto con creces los objetivos marcados,colocar el montante total de la emisión y conseguir que en cada colocación los intereses vaya bajando respecto de la emisión anterior.
A este logro fundamental e incuestionable, apuntan muy buenos modales estas otras tres leyes en ciernes:
1.- Ley de la reforma laboral,gestionada por los agentes sociales, pero incentivada por el actual ejecutivo, que en poco más de un mes está a punto de promulgarse.
2.- Ley para cambiar la designación actual, por parte del parlamento, de los miembros del Consejo General del Poder
Judicial en favor de los propios jueces.Eliminando en gran medida la dicotonomia anacrónica, jueces conservadores, jueces liberales.
3.- Ley de Transparencia, mediante la cual se aspira a conseguir "Austeridad, transparencia, responsabilidad y regeneración democrática".
Leyes todas ellas decisivas, que contribuirán cada una con su aportación a intentar paliar el estado agónico actual, por el que pasa la economia nacional.
Solo es necesario un requisito, que la letra de la canción vaya cogida de la mano de la música de la misma, para que la sintonia sea perfecta y puedan derivarse los efectos positivos previstos.
Cuando llegue el momento, esperamos continuar por aquí para establecer un nuevo juicio de valor y en el que los aspectos positivos, superen a la negatividad, falta nos hace !.
