El nudo propietario, no tiene porqué vivir con el usufructuario. Este último es el que ostenta el derecho a habitarla o a decidir quien la habita. Más problema veo yo en el caso de que haya varios usufructuarios y entre ellos no haya buena sintonía.
Saludos.
Acabáramos, eso es lo que quería oír porque desconocía el ámbito de poder del usufructuario.
Entonces, si el usufructuario es quien decide quien la habita, ¿para qué te sirve la nuda propiedad, si aquél te puede prohibir vivir en la casa?
¡Menudo lío!
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.
El usufructo tiene sentido cuando el padre/madre se lo reserva para seguir viviendo en su casa y quiere regalarsela a los hijos en vida, el mismo efecto que en la herencia, que le corresponde al cónyuge viudo. El nudo propietario aunque en teoría puede disponer de su derecho, en realidad no dispone del bien hasta que no fallece el usufructuario puesto que es rarísimo que a alguien le intrerese. Fuera de estos supuestos es una figura que se utiliza muy poco y que no tiene mayor interés
Un saludo
Pero el caso que yo planteo es justo el contrario. El padre deja en herencia a un extraño la propiedad de la casa y el hijo heredó de su madre, cuando esta falleció, solo el usufructo de la vivienda.
Un saludo cordial
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Algún mal rollo debe haber ¿no?, porque no es normal. En cualquier caso, al extraño en la practica no le queda más que esperar a que fallezca el hijo para disponer de la casa. Es una forma de privar a los descendientes del hijo del inmueble, ya que al propio hijo no se la puede quitar. No sé si viene al caso, pero si al hijo le dejan menos de su legítima, puede impugnar el testamento...
Un saludo
Es complicado de entender. Digamos que en su momento no había mal rollo, pero los años pasan y el mal rollo provocado por una enfermedad puede llegar a causar estragos.
El problema está en que el hijo aceptó el testamento de la madre, porque el buen rollo con su padre era palpable, público y notorio. Realmente fue una decisión del notario, para proteger los derechos del padre, supongo, ante futuribles impertinencias de los hijos.
Total, que la vida del hijo da muchas vueltas, el padre no asume ni acepta estos cambios y cambia su relación.
El padre decide dejar en testamento el piso a otra persona y el hijo posee todavía el usufructo que le dejó el notario al abrir el testamento de la difunta madre. Pero el hijo y esa tercera persona ni se conocen...
¡La de cosas que ocurren en la vida!
Gracias por tus aportaciones.
Un saludo cordial
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