...Desde hace muchos meses. Y mis actuaciones particulares han ido siempre en ese camino. Y si no he insistido más en este foro para convencer a más gente, es porque he procurado respetar las convicciones de otros compañeros y por intentar servir a la mayoría sin dejar de ser fiel a mi mismo. Y no nos hemos de olvidar quién ha ido presentando los diferentes brindis al sol en cada uno de los momentos de esta desgracia; estos brindis al sol no eran más que señuelos políticos (como tales, imposibles de alcanzar, pero ilusionantes de creer) creados con la finalidad de dar aires de sabiduría a una asociación experta en encandilar a los afectados. Sin embargo, esa asociación no es nadie sin los afectados. Y esos afectados hemos decidido libremente crear una asociación, en la que intentamos filtrar tales señuelos y promesas; y, puesto que eso aleja al interesado de esa estrategia de su objetivo de captación de asociados, con la misma habilidad rastrera e ilusionista, dicha entidad se lía la manta a la cabeza para cargarse no a un contrincante, sino a un argumento contrario al engorde de sus filas de socios.
Pero ha calculado mal este último paso: no se ha dado cuenta que ha arremetido exactamente contra quienes (gran parte de ellos) le habían dotado de autoridad en el tema Eurobank: los propios afectados, que ahora, poco a poco, le retiran la confianza porque no entienden qué hay de malo en juntarse bajo una personalidad jurídica y una mejor organización para seguir haciendo lo mismo que hasta ahora: luchar. Y, además, muchos promotores de esta idea lo hicieron de forma tan espontanea que ni llegaron a plantearse la incompatibilidad ADAEM/asociaciones de usuarios. Paradójicamente, es una de esas asociaciones la levanta la liebre y exige una alternativa: o sólo conmigo o contra mí. Y es entonces cuando se les ve el plumero.