¿Los Consejos de Ancianos de Roma en la actualidad?
El Consejo de Ancianos (senatus) de la antigua Roma se institucionalizó por el rey para contrabalancear precisamente a la institución real. Era tan solo un órgano consultivo, pero el monarca lo convocaba con frecuencia para conocer su opinión en determinadas situaciones que requerian un experto asesoramiento basado en la experiencia de los mayores de la comunidad romana. Al ser un órgano emanado del pueblo, el rey consideraba sus propuestas.
Estos Consejos de Ancianos habian sido ya experimentados con anterioridad en Grecia y Esparta y, posteriormente, fueron adoptados por los mayas o los habitantes de la isla de Pascua.
Pero todo ésto sucedía hace muchos años. Hoy, sin embargo, se prescinde de la sabiduria y la experiencia de los mayores, a los que se relega y aparta de la actividad social descaradamente, por mucho que los distintos gobiernos quieran integrarlos en circulos culturales, universitarios, turísticos..etc, con la única finalidad de hacerles más agradables los últimos años de su vida. Ësto último me parece muy bien, que conste.
En la actualidad todas las instituciones politicas (Ayuntamientos, Diputaciones, Ministerios..etc) cuentan con innumerables "asesores" que, en su mayoría, no solo no asesoran sino que apenas aparecen por el organismo que los nombró y, además, cuentan con un sueldo de dificil justificación.
Me he prguntado muchas veces qué sucedería si las instituciones modernas --especialmente los Ayuntamientos y Diputaciones-- prescindieran de esta clase de asesores y actualizaran el antiquísimo modelo de los Consejos de Ancianos. Cuál sería el método de selección, cuántos miembros deberian integrar ese órgano consultivo, cuáles serían los asuntos que requieren sus propuesas o consejos, y muchos otros pormenores, serían temas de fácil solución.
El tema no es la primera vez que ha sido objeto de discusión con algún politico de mi ciudad y puedo afirmar que jamás han opuesto pegas serias a la cuestión.La crisis debe hacernos aguzar el sentido común. Y precisamente sentido común, sabiduría, experiencia y tolerancia es lo que no les faltaria a ninguno de estos viejos consejeros
