Las imágenes muestran con claridad la provocación de que son objeto los policias. Pero éstas no son las imágenes que interesan a muchos medios de comunicación ni a algunos partidos politicos.
Recuerdo que en mi juventud, casi en el Paleolítico, cuando los estudiantes nos tirábamos a la calle en apoyo de reivindicaciones de los trabajadores, y los policias nos daban buenos porrazos en el lomo, tachábamos a la Policia de fascista. Y recuerdo que un policia (que acababa de darme un buen palo en los riñones), al verme en el suelo sin poder respirar, mientras me ayudaba a incorporarme del suelo, me dijo "la diferencia con los palos de los policias alemanes es que aquellos palos son palos democráticos".
Y te garantizo que conocer la diferencia no me sirvió de consuelo. Pero el transcurso de los años me lo hizo comprender.
Quizá en el año 2012, los ciudadanos deberiamos apoyar algo más a nuestros Cuerpos de Seguridad frente a conductas que maliciosamente tienen como función esencial alterar el orden público y la tranquilidad de los demás ciudadanos.