Re: Me voy a Lisboa
Lo sé porque nos lo has contado alguna vez por estos lares, creo yo recordar, aunque de mi cabeza ya no te puedes fiar. Ayer, sin ir más lejos, puse brócoli para comer. Lo pongo sobre la vitro vieja y me voy. Para más risa, arranco al limón para que suene en unos 10 minutos y volver a controlar el fuego. Bien, suena el limón y no lo oigo, en mi casa no es raro, suele haber ladridos, teléfonos sonantes, o sencillamente estamos en el jardín. Ayer hizo un día muy bueno y salí mucho rato fuera. Total, que me acuerdo de pronto de la comida y salgo corriendo hacia la cocina con el presentimiento de que hoy comemos unos huevos con chorizo, jajaaa (la menda no, que está a dieta). Llego entre acelerada y acalorada y allí estaba la cacerola, con el agua, las gotinas de aceite y la verdura, frías y desoladas... ¡No había encendido el fuego!
Respecto a la poesía fue inmediato, ver a los niños recitando con tanta responsabilidad y cariño a Espronceda y acordarme de tí, todo uno. Supuse que a una edad parecida la aprenderías de memoria. Me parecieron tan dulces los críos, tan monos con sus disfraces de pirata, que decidí postearla aquí.
¡Un abrazo y feliz día de fiesta!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.