Cotejar cada factura con su consumo

El usuario de suministros domésticos (agua+electricidad+telefonía+gas) anda bastante a ciegas ya que toda la información que tiene de sus consumos es la factura proporcionada por las mismas compañías. En algunas como las de telefonía los contadores están en sus instalaciones, otras como las de agua o electricidad están en el mismo edificio donde se hace el consumo. Algunas casas tienen los contadores en el exterior en algún lugar visible, otros edificios comunitarios los tienen escondidos en unos armarios a los que no se puede acceder. La primera medida de control de un consumidor es tener acceso directo al contador para conocer la verdad de lo que se le cuenta además de la garantía de verificación de que lo que dice el contador se corresponda con el consumo real. Antiguamente, la mayoría de contadores estaba en el interior de los domicilios y ese conocimiento de los consumos era más fácil de tener. La picaresca fraudulenta y otro eficientismo por parte de las compañías en la anotación de sus lecturas por parte de las compañías los sacó fuera. Las quejas por las maneras de facturar son múltiples y eso no empuja con la suficiente fuerza a la reorganización de las compañías de servicios para ser más servicialmente correctas servicialmente. La desbordante casuística de problemas y quejas sugiere no fiarse en absoluto de los estilos de facturación. Toca cotejar hasta el último detalle y la ultima unidad de consumo para verificar que cobran por lo legalmente establecido y ni un céntimo mas.