Desde que Marc Murtra asumió la presidencia en enero de 2025, las acciones han subido un 14,5 %. La confianza del mercado ha aumentado gracias al plan de racionalización geográfica: la empresa ha culminado su salida de Argentina y Perú, y avanza en la desinversión en Colombia.
Este reenfoque hacia Europa y Brasil, regiones con entornos regulatorios más predecibles y estables, ha sido bien recibido por los inversores. Estas zonas ofrecen mayor visibilidad y rentabilidad, sentando las bases para una potencial revalorización sostenible.
Desde un punto de vista fundamental, Telefónica presenta un balance robusto. Cerró 2024 con un ratio deuda neta/EBITDA ajustado de 2,58x, lo que permite mantener su política de dividendos sin comprometer inversiones clave en infraestructuras como 5G y fibra óptica.
José Antonio González, analista en Estrategias de Inversión, destaca que las acciones de Telefónica muestran una sucesión de máximos y mínimos ascendentes, una señal clásica de tendencia alcista. La ruptura de la resistencia en los 4,50 € se considera un punto de inflexión. Si logra consolidarse por encima de los 4,55 €, los siguientes objetivos estarían en 4,75 € y, más ambiciosamente, en los 5 €.