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Datos para una reflexion

2 respuestas
Datos para una reflexion
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#1

Datos para una reflexion

Angel Laborda

No hay derecho. Que el INE nos salude a los que nos incorporamos el miércoles último al trabajo con la publicación de la Contabilidad Nacional trimestral es una broma pesada. Uno no está ese día en condiciones de digerir los cientos de datos y números que contiene dicha estadística. Por supuesto, esta observación es una broma, pero no sé si por el síndrome posvacacional o porque los números cantan, a mí no me ha gustado un pelo la situación de la economía española que nos describen los datos contables.

Nuestra economía no marcha por buen camino. La recuperación se agota y el diferencial de crecimiento con Europa se reduce drásticamente (véase el gráfico derecho). No es que ello nos sorprenda, pues ya lo venimos advirtiendo desde hace bastante tiempo, pero es que la situación cada vez se parece más a un callejón sin salida, sin que nadie haga nada por cambiar de ruta. El problema fundamental es que llevamos mucho tiempo adormecidos, dedicando muchos de nuestros esfuerzos y recursos a actividades consuntivas y especulativas, lo que provoca una especie de euforia y creencia de que las cosas van bien, pero sin prestar atención a aquellos aspectos que determinan el potencial de crecimiento y constituyen el futuro económico a medio y largo plazo. El crecimiento de nuestra economía sigue fundamentado en un exceso de gasto poco o nada productivo por parte de las familias, a costa de ahorrar cada vez menos y de endeudarse cada vez más. A su vez, este endeudamiento está comprometiendo el ahorro futuro. Con ello, el grado de capitalización de la economía, que es la base del crecimiento de la productividad y de las rentas del futuro, no avanza, lo que augura un porvenir nada brillante a medio y largo plazo.

Además de ahorrar y capitalizar poco, este patrón de crecimiento nos está provocando pérdidas de competitividad constantes, ya que origina más inflación que la de nuestros competidores extranjeros, sin que ello pueda corregirse devaluando, como antaño, nuestra moneda. Mientras, dichos competidores nos están ganando la partida y cada vez más gasto interno se satisface con importaciones, que registran tasas de crecimiento como en los periodos de fuerte expansión. Ello no sería problema si también la demanda en los países extranjeros se satisficiera cada vez más con productos españoles, pero ello no es así: las importaciones crecen casi el doble que las exportaciones (véase el gráfico central). Sólo las dos terceras partes del crecimiento del gasto interno se traducen en crecimiento del PIB. La demanda interna aportó 3,9 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en el segundo trimestre del año y el saldo exterior detrajo 1,3 puntos (véase el gráfico izquierdo). Es decir, nosotros gastamos y los demás producen, crean empleo y obtienen rentas, situación que no puede durar mucho.

La revisión a la baja que ha hecho el INE del crecimiento en el primer trimestre, las tendencias comentadas de nuestra economía, la escasa respuesta de las exportaciones a la expansión de la economía internacional, la mala campaña turística y el encarecimiento del petróleo obligan a revisar a la baja las previsiones del crecimiento del PIB para este año, que apenas sobrepasará el 2,5%. Igualmente va a ser muy difícil alcanzar el 3% el próximo año. Tenemos un nuevo Gobierno que está elaborando los Presupuestos Generales del Estado para 2005. Además de sociales, estos presupuestos deberían sentar las bases de un cambio de rumbo de nuestra economía.


#2

Re: Datos para una reflexion

Más de lo mismo
http://www.libertaddigital.es/bitacora/

Dónde está el déficit?

Dentro de la campaña veraniega de desinformación y venganza que este verano ha desatado el PSOE, se incluyó un curioso capítulo consistente en desvirtuar la gestión económica del anterior gobierno. Un presunto déficit oculto y unas cuentas no demasiado claras que vendrían a confirmar que el PP lo hizo todo mal, incluso la política económica.

Como era de prever, a los socialistas semejante majadería propia de mentecatos y neoizquierdistas les ha salido por la culata y esta semana han rematado el ridículo negándose a explicar en qué consiste ese déficit oculto del que acusaban al Gobierno Aznar. Quizá es que todo fue un invento, quizá es que las fabulaciones sean el santo y seña de quienes gobiernan. Y quien miente una vez lo hace mil.

#3

Presupuestos de rojo

Http://www.libertaddigital.com/./opiniones/opi_desa_20332.html
Presupuestos de rojo
Emilio J. González

todo apunta a que el año próximo volverán a reinar los números rojos en el saldo presupuestario, por mucho que el Gobierno pueda presentar ahora un proyecto de cuentas públicas equilibrado El PSOE ha regresado al poder con la misma vocación de gastar que caracterizó a los gobiernos socialistas de la década de los ochenta y la primera mitad de la de los noventa. En este caso, parte es por convicción ideológica y parte por las necesidades políticas que el mismo PSOE se ha creado con Esquerra Republicana de Cataluña e Izquierda Unida. Pero lo cierto es que el equilibrio presupuestario, que tanto costó alcanzar y que tantos parabienes ha deparado en forma de crecimiento económico, empleo y mejora del bienestar de la sociedad, parece sentenciado a muerte por mucho que desde el Ministerio de Economía lo nieguen.

El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dijo el pasado mes de julio que el presupuesto de 2005 volvería al equilibrio presupuestario, después del déficit que prevé Economía para este año. Pero todo apunta a que el próximo ejercicio volverá a caracterizarse por los números rojos en las cuentas públicas. De momento, los compromisos adquiridos por el PSOE con ERC e IU para que apoyen en el Congreso de los Diputados el proyecto de presupuestos que presente el Gobierno suponen 2.000 millones de euros adicionales de gasto. A ellos hay que sumar los 400 millones que costará la subida de las pensiones anunciada el domingo por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. También hay que añadir las promesas, todavía sin cuantificar, de más gasto público en becas, en inversión en investigación y desarrollo, las ayudas al cine, las políticas de vivienda y todo un sin fin de compromisos adquiridos tras las elecciones generales que cuestan dinero... por no hablar de lo que pedirán Coalición Canaria, Convergencia y Unión y el Partido Nacionalista Vasco, cuyos votos necesitarán los socialistas en el Senado para sacar adelante los presupuestos. En la dinámica en que se encuentran en estos momentos las cosas, ese apoyo probablemente costará más dinero.

El aumento del gasto público, en sí mismo, no sería preocupante para el equilibrio presupuestario si los ingresos impositivos fuesen a crecer al mismo ritmo que los pagos. Pero, hoy por hoy, parece que las cosas no van a ser así. La economía crece, pero en el horizonte se vislumbran signos que hablan de desaceleración del crecimiento, del que tanto dependen las entradas de dinero en las arcas de Hacienda. Las exportaciones siguen sin remontar el vuelo y, para colmo de males, nuestra principal industria, el turismo, está dejando de ser la gallina de los huevos de oro porque el modelo de sol y playa no da más de sí. ¿De dónde procederán, entonces, los ingresos fiscales para compensar los mayores gastos? Probablemente, de ningún sitio.

La historia, por desgracia, no acaba aquí. Todo lo anterior es la fotografía del momento, pero también hay que mirar hacia el futuro, y en él aparece el agotamiento del modelo de crecimiento económico de los últimos años si no hay medidas, que por ahora no existen, para darle un nuevo impulso. Los expertos ponen fecha a este final en la primavera de 2005, lo que no significa que la economía española vaya a entrar en crisis, sino tan sólo que, a partir de entonces, perderá el diferencial de crecimiento a su favor que hasta ahora mantenía con la Unión Europea y el ritmo de la actividad productiva española perderá pulsaciones, lo que también afectará de manera negativa a los ingresos presupuestarios.

En consecuencia, todo apunta a que el año próximo volverán a reinar los números rojos en el saldo presupuestario, por mucho que el Gobierno pueda presentar ahora un proyecto de cuentas públicas equilibrado. Pero, ya se sabe, el papel lo aguanta todo. Además, esto no es ninguna sorpresa. A pesar de los loores que han