Las mujeres españolas tienen pocos hijos por falta de ingresos.

Sólo un 12% quiere dejar el trabajo
OTR/Press, Madrid http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pIdNoticia=27261&pIndiceNoticia=10&pIdSeccion=9
Un estudio el Centro de Investigaciones Sociológicas sobre Actitudes y opiniones de las mujeres ante los hijos y la crianza, pone de manifiesto que las mujeres tienen menos hijos de los que les gustaría por falta de ingresos y por la dificultad para compatibilizar el trabajo y la familia. El mismo informe, realizado entre 1.500 mujeres de entre 20 y 45 años, recoge que sólo el 12% de las entrevistadas estaría dispuesto a dejar su trabajo para dedicarse a su familia; la mayoría prefiere seguir trabajando.
Según el estudio del CIS, más de la mitad de las españolas (51,3%) tienen dos hijos y un tercio (38,6%) tiene uno. Sólo un 10% tiene tres hijos o más. La media es de 1,7 hijos por mujer, frente a los 2,7 que aseguran que les gustaría tener. Esta investigación pone de manifiesto que a las mujeres les gustaría tener familias más grandes, aunque no lo hacen por razones de índole económico o laboral.
Concretamente, el 37,7% alega falta de ingresos suficientes y el 25,1% dificultad para compaginar el trabajo y los hijos. Además alegan las mismas razones respecto a lo que creen que otras parejas se frenan en la paternidad. El 67,3% cita el coste económico de la paternidad y el 42,3% el trabajo fuera del hogar.
Por eso, las encuestadas estiman que las medidas más eficaces para favorecer la natalidad son las ayudas económicas a las familias con más de dos hijos (28,1%), que se permita el trabajo a tiempo parcial en las mujeres con hijos (27,8%) y que se aumente el número de guarderías en los centros de trabajo (27%).
De las casi seis de cada diez mujeres que trabajan fuera de casa, sólo un 12,2% le gustaría «dejar el trabajo y dedicarse a la familia», frente a un 82,1% que prefiere seguir en trabajando. Sólo una de cada tres mujeres que trabajan por cuenta ajena tiene jornada a tiempo parcial, frente a un 70,5%, que lo hace a jornada completa.
Además, la mitad de las madres con hijos menores de 14 años (49,9%) asegura que son ellas las que se ocupan personalmente de los hijos. Otro 40% confirma que comparte esa tarea con su pareja y un 3,9% cuenta con el apoyo de algún familiar. Un 2,7% tiene contratada a una persona para que se encargue de ello, mientras que sólo un 2% asegura que es su pareja quien se encarga.
En el buscador Google.com:
http://news.google.es/news?hl=es&edition=es&ie=UTF-8&filter=0&filter=0&filter=0&filter=0&filter=0&filter=0&filter=0&q=Actitudes+y+opiniones+de+las+mujeres+ante+los+hijos+y+la+crianza%2C&btnG=Buscar+en+News
http://www.google.es/search?hl=es&edition=es&ie=UTF-8&filter=0&filter=0&filter=0&filter=0&filter=0&filter=0&filter=0&q=Actitudes+y+opiniones+de+las+mujeres+ante+los+hijos+y+la+crianza%2C&btnmeta%3Dsearch%3Dsearch=Buscar+en+la+Web
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La carta del día 16.6.2004, Metro Directo MADRID, pg.8 y http://mad.metrospain.com/nx.asp?noti=27756
¿Qué renunciamos a los hijos?
Ana María Vázquez. Madrid
Soy española. Trabajo. Tengo dos hijas a las que adoro. Me han hecho sentir muy culpable con su titular de ayer, en el que decían que las españolas renuncian a los hijos por trabajo. Usted (estoy segura de que es hombre, apostaría mi cabeza) que ha escrito este titular no tiene derecho a decir eso de mí. Yo no renuncio a mis hijas, las he parido y las pongo por delante de cualquier cosa.
Si trabajo es porque me gusta trabajar, he estudiado muchos años hasta conseguir mi licenciatura, han sido muchos sacrificios, al igual que mi marido. Si trabajo es porque necesito dinero para pagar la hipoteca de mi casa, los colegios de mis hijas, su ropa, sus pañales. Si trabajo es porque me da la gana, así lo he elegido y ni usted ni nadie tiene derecho a decir que cuando me levanto de madrugada para ir a trabajar, estoy renunciando a mis hijas. Mis hijas están muy bien atendidas cuando yo no estoy con ellas, y cuando estoy yo también lo están. Y, aun así, yo no renuncio a

EL PAÍS NEGOCIOS,20.6.2004, pg.20 JOSÉ MARÍA LASTRAS.
En los últimos días se han publicado algunas encuentas en las que se hace referencia a las actitudes de las mujeres respecto a los hijos y el trabajo. En ellos se pone de relieve que muy pocas mujeres abandonarían su vida profesional para dedicarse a los hijos y a la familia. Igualmente se manifiesta que el peso de las cargas familiares sigue recayendo en gran medida sobre sus hombros.
Las dificultades de compaginar la vida labaral con la profesional (la falta de tiempo y de dinero, fundamentalmente), provocan que la mayoría opte por disminuir el número de hijos. En un país con importantes problemas de natalidad como el nuestro, estos temas constituyen una cuestión relevante. De ahí que, reiteradamente, se reclame el incremento de las aayudas a la familia. Últimamente se ha observado una mayor atención por parte del legislador, atención que en la práctica parece todavía insuficiente.
El pasado mes de diciembre tuvo lugar una importante reordenación de las prestaciones de prestación familiar de la Seguridad Social. En los últimos tiempos se habían ido aprobando distintas ayudas y se hacía necesario una reestructuración de las mismas.
En primer lugar se mantienen las ayudas por hijo a cargo. La prestación consiste en una asignación económica por cada hijo o acogido a cargo del beneficiario, siempre que éste sea menor de 18 años o mayor afectado de una minusvalía importante. Junto a ellas aparece la prestación por nacimiento o adopción de tercer o sucesivos hijos. Se trata, en este caso, de una prestación de pago único. También se va a otorgar una prestación económica por parto o adopción múltiple consistente en una única prestación dineraria que se abona cuando el número de hijos nacidos o adoptados sea igual o superior a dos.
En cualquier caso, debe precisarse que la percepción de tales ayudas (salvo la de parto múltiple), está condicionada a la no superación de un determinado nivel de ingresos.
También deben tenerse en cuenta las otorgadas por las comunidades autónomas, así como las previstas en el ámbito laboral (excedencias, reducción de jornada...) y las deducciones fiscales.

Revista Pronto, 12.6.2004, TUS DERECHOS,pg.40, JOSÉ JAVIER SÁNCHEZ
Pregunta.
Según la comunidad autónoma en que resida, ¿puede haber una deducción distinta por hijos? Granada.
Respuesta.
No exactamente, pues aparte de la reducción por mínimo familiar, que incluye una reducción de los ingresos por tener hijos, existe una deducción por hijos en determinadas circunstancias, que puede conceder cada comunidad autónoma. Por ejemplo, en su caso, como residente en la Comunidad Autónoma de Andalucía, hay unas deducciones de 50 euros por hijo menor de 3 años y por cada hijo de parto múltiple para los contribuyentes que sean beneficiarios de ayudas familiares reconocidas en apoyo de las familias andaluzas.
En otras comunidades autónomas hay otras ayudas similares. Por ejemplo, en Aragón se aplica una deducción de 500 euros por cada hijo, nacido o adoptado, que sea el tercer o sucesivo hijo del contribuyente, más 600 euros más por cada hijo, cuando la base imponible sea inferior a 32.500 euros. En Cantabria, hay una deducción del 15% de lo declarado en el IRPF (con un máximo de 180 euros) para las contribuyentes que estén incluidas en el Programa de Ayudas a las Madres con hijos menores de tres años. En Castilla-La Mancha se puede deducir 100 euros por cada descendiente menor de 3 años que conviva con el contribuyente más de 6 meses. En Cataluña, cada progenitor puede deducir 150 euros por nacimiento o adopción de un hijo. En La Rioja se pueden deducir 150 euros por el nacimiento de un segundo hijo y 180 euros por el tercero y sucesivos hijos, más 60 euros por cada hijo adicional en parto múltiple.
Las Comunidades de Castilla-León, Galicia, Madrid y Valencia son las más generosas en este apartado de la deducción por hijos, pues la primera concede deducciones por tener familia numerosa (225 euros) más 100 euros más por cada hijo a partir del cuarto inclusive. Además, 100 euros por nacimiento o adopción del primer hijo; 250 euros por el segundo hijo y 500 euros por el tercero. En Galicia, se deduce 240 euros por cada hijo o 300 euros por cada hijo en caso de parto múltiple. Por familia numerosa se puede deducir, según la categoría, de 200 a 380 euros. En la Comunidad de Madrid, se pueden deducir 600 euros por el primer hijo, 750 euros por el segundo y 900 euros por el tercero o sucesivos, a los que habría que añadir 200 euros más por cada hijo en caso de partos múltiples, siempre que las rentas del contribuyente no superen los 22.500 euros en tributación individual y 31.700 euros en tributación conjunta.
También proceden las mismas deducciones en caso de adopción internacional o acogida de menores. La Comunidad Valenciana concede la deducción de 150 euros por cada hijo a partir del segundo, que se incrementa a 200 euros por cada hijo en caso de parto múltiple, o en caso de adopción de dos o más hijos o si el primer hijo es discapacitado. Si el discapacitado es el segundo hijo, la deducción será de 250 euros. Por familia numerosa, se puede deducir, según la categoría, de 180 a 420 euros. De estas deducciones se benefician los padres con quienes convivan los hijos que dan derecho a percibirlas.
Más información de interés:
http://www.aeat.es/miscelanea/maternidad.htm
http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/tus_derechos/productos_financieros/2003/01/20/56679.php
https://www.rankia.com/foro/mensaje.asp?mensaje=26537

Cartas de los lectores, 20minutos Madrid, pg.18, 30.6.2004
Hijos de segunda categoría.
Mi pareja y yo fuimos a hacer la declaración de la renta y cuál sería nuestra sorpresa al enterarnos de que por no estar casados, nuestro hijo no se merece la misma deducción autonómica que un niño nacido de una pareja con ``papeles´´.
Si la Comunidad de Madrid a los hijos legales les da 600 euros, a los ilegales como el mío sólo le corresponden 300 euros. ¿Alguien me puede explicar cómo en el siglo en el que vivimos puede existir tal agravio comparativo?, ¿así es como fomentan la natalidad en nuestro país, en el que ya de por sí las ayudas por hijo son prácticamente nulas?
Me gustaría que escribieran todas las personas a las que les haya pasado lo mismo, más que nada para no pensar que nuestro hijo es el único que no tiene derecho a la totalidad de la deducción. A.L.M.|37 AÑOS| Alcorcón.

Las mujeres ganan el 29% menos que los hombres (METRO Directo, Madrid, 05.7.2004, pg.14, http://www.metrospain.com/nx.asp?noti=3599 ).
El salario medio bruto por trabajador se situó en 19.808,06 euros en 2002, correspondiendo 22.174,08 euros a los empleados varones y 15.775,07 euros a las mujeres, lo que sitúa el salario promedio anual femenino un 29% por debajo del masculino, según la Encuesta de Estructura Salarial de 2002 del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El número de mujeres que ganan hasta 12.000 euros al año es mayor que el número de hombres, aunque a partir de esta cifra se invierte la tendencia y siempre es inferior el número de mujeres que percibe el mismo nivel salarial que los hombres, lo que indica que hay más trabajadores con sueldos más altos que trabajadoras.
Al margen de las diferencias salariales entre sexos, de la encuesta del INE se desprende que el 10% de los asalariados con mayor remuneración acumula el 27,6% de la masa salarial, mientras que el 20% de trabajadores con sueldos más bajos tan sólo dispone del 7% de la misma, porcentajes similares a los obtenidos en la anterior encuesta, realizada en 1995. (EP)
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La carta del día 05.7.2004, METRO Directo, Madrid, pg.8, http://mad.metrospain.com/sx.asp?seccion=29
Parir en España, dolor seguro
Yolanda Coll. Madrid
¿Cómo voy a tener un hijo si el horario de trabajo me impide atenderlo, si el permiso de maternidad solamente se puede disfrutar cuatro meses, si la vida ya de por sí es tan estresante sin hijos? ¿Cómo, cuando uno vive un poco lejos de su trabajo para poder pagarse un piso, y llega tardísimo a casa, a las ocho de la tarde con suerte, después de haber estado 12 horas fuera y teniendo que iniciar las tareas domésticas? ¿Dónde queda el tiempo para los hijos? El Gobierno cree que con una ayuda de 100 euros mensuales para madres trabajadoras la situación va a mejorar, pero, repito, no sólo es cuestión de dinero. Quiero criar yo a mi hijo con mi pareja, y no que lo hagan mis padres o una guardería o una chica que hay que contratar para que lo cuide. Hoy, los abuelos son los padres. Para salir adelante hacen falta dos sueldos. Soy española y me crié en Alemania, llevo casi cinco años en España, pero uno de los principales motivos para volver a Alemania sería tener un hijo con dignidad y con un horario laboral que me permitiera estar con él y poder trabajar. Todo se complica con empresas donde las trabajadoras incluso temen ser despedidas si se quedan embarazadas.
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``Las mujeres ganan menos que los hombres´´ en el buscador de noticias de Google.com:
http://news.google.com/news?hl=es&edition=es&ie=UTF-8&q=Las+mujeres+ganan+menos+que+los+hombres&btnG=Buscar+en+News
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PARO - TRABAJO http://www.solidaridad.net/vernoticia.asp?noticia=1809
UNO para ELLA y DOS para ÉL
Cuando explico a mis alumnos las manifestaciones de la segregación laboral y que en España las mujeres ganan por término medio entre un 25 y un 33% menos que los hombres por trabajar en un mismo puesto de trabajo siempre hay alguno que me dice que eso no puede ser...
30/06/2004:
Juan Torres López. Publicado en La Opinión de Málaga.27-6-2004
Cuando explico a mis alumnos las manifestaciones de la segregación laboral y que en España las mujeres ganan por término medio entre un 25 y un 33% menos que los hombres por trabajar en un mismo puesto de trabajo siempre hay alguno que me dice que eso no puede ser.
Lógicamente, en nuestro país no se pueden llegar a acuerdos formales que impliquen ese tipo de diferencias, aunque en algún caso se han descubierto convenios claramente discriminantes. Pero cuando se analizan los datos globalmente lo que resulta efectivamente es que las mujeres ganan menos que los hombres aunque realicen el mismo trabajo.
La Oficina Internacional del Trabajo presentó el pasado año su primer informe sobre la discriminación salarial y en él demostraba que el 33% de las diferencias de salario entre hombres y mujeres se debían exclusivamente al sexo. Es decir, que el sólo hecho de ser mujer, incluso en los países más avanzados de la tierra, implica que en una gran proporción se recibirá un salario más bajo que los hombres.
Los economistas ortodoxos afirman que en estos casos no se debe hablar de discriminación porque lo que existe son diferencias objetivas. En su opinión, lo que ocurre es que las mujeres tienen menos formación, menos antigüedad y que asumen menos responsabilidades, razones por las cuales cobran menos.
Se trata de un argumento falso y además perverso. Es falso porque los estudios empíricos muestran que esas “diferencias objetivas” sólo explican más o menos el 50% de las que se producen entre los salarios de hombres y mujeres. Y es sumamente perverso porque no hace referencia a un hecho crucial: esa menor capitalización de las mujeres no es deseada sino impuesta en virtud de que a la hora de contratar y organizar el trabajo predominan una serie de estereotipos que marginan a las mujeres y las condenan a ocupar, por lo general, puestos de trabajo menos valorados.
Se considera que las mujeres están especialmente preparadas para trabajos de atención a los demás, sumisos y de poca responsabilidad, lo que ha provocado su segregación laboral en “sectores feminizados” de salarios más bajos, horarios menos ventajosos y de mayor temporalidad.
Se practica, pues, una discriminación laboral que no tiene más fundamento que la simple diferencia de sexo. Y ello se une, además, a la difícil conciliación entre el trabajo y la vida familiar –de la que mayoritariamente son responsables las mujeres-, y que es algo también muy difícil de combatir. Aunque los tribunales empiezan ya a condenar a las empresas que dificultan la conciliación, como pasó hace poco con Telefónica, lo normal es que se haga la vista gorda y que las mujeres sufran prácticas continuadas de discriminación sin que haya respuestas políticas y legales contundentes.
Precisamente por lo difícil que resulta hacer frente a estos hechos es tan significativo lo que acaba de ocurrir en Estados Unidos con la cadena de distribución comercial Wal Mart, una de las empresas más poderosas del mundo.
Hace algo más de dos años, seis trabajadoras la demandaron por discriminación sexual dado que las mujeres cobran allí menos que los hombres y son promocionadas casi exclusivamente hacia puestos de cajeras o semejantes que están peor retribuidos que los que generalmente ocupan los hombres. En la demanda se hacía mención, por ejemplo, al hecho de que siendo mujeres un 70% de la plantilla apenas un 15% ocupaban cargos de los considerados mejor retribuidos. Y se mencionaban también las represalias que la empresa ha adoptado siempre que las mujeres han protestado por sus condicio