12nov20
Reflexiones después de las noticias conocidas en estos últimos días:
Se dice que los mercados, la bolsa, lo que descuenta son expectativas.
En los meses de septiembre y octubre se venía descontando un repunte de los casos de covid, en esta segunda ola en la que estamos, una cierta ralentización en la pronta consecución de una vacuna, y se descontaba una “ola azul” con la abrumadora victoria, según las encuestas, de Biden en el Congreso y Senado. Esto se tradujo en caídas en las bolsas en estos meses con la aportación adicional del olvidado Brexit, diciendo Johnson que sería un Brexit duro.
Se cotizaba en mercado entonces un temor a nuevos cierres de las economías, una mayor regulación de las tecnológicas, un aumento de los impuestos y una mayor pendiente de la curva, subida de los tipos de interés con la ola azul. Así el principal índice europeo, Eurostoxx50, registró pérdidas en octubre de más de un 7%, al otro lado del Atlántico las tecnológicas sufrían con el Nasdaq cayendo más de un 3%.
Cuando el panorama parecía que se tornaba de nuevo en gris oscuro, se han producido dos acontecimientos en estas dos últimas semanas que dan un giro a los meses precedentes.
Por un lado, las elecciones estadounidenses no dieron un resultado tan rotundo para Biden, ganando los republicanos el Senado, con lo cual ya las medidos de subidas de impuestos, programa de aumento de gasto y aumento de regulación en las tecnológicas se apacigua y se pudo asistir a una subida del sector tecnológico y de las bolsas en general.
Por otro lado, en esta semana se conoció el anuncio de la efectividad de la vacuna de Pfizer en torno a un 90% y su pronta disponibilidad. Esto supuso una subida de las bolsas en un día no vista en mucho tiempo. Los sectores más favorecidos, los más castigados desde inicio de la pandemia, Turismo, Aerolíneas, Financiero, Energía…
Ante estas subidas bursátiles parecía que ya se había acabo la pandemia, que mañana se iba a volver a nuestras añoradas vidas, y, nada más lejos de la realidad.
Estas subidas han sido útiles para maquillar el mal comportamiento de determinados índices en el año.
En mi opinión la resolución de esos acontecimientos ha reducido la incertidumbre, la inestabilidad en la que se hallaba el mercado, pero el escenario de caída de la actividad sigue ahí.
El descubrimiento de la vacuna es una gran noticia, pero no es de hoy para mañana, y en las estimaciones de repunte del crecimiento económico para el 2021 y 2022, ya se estaba asumiendo avances en las vacunas y en la resolución de la pandemia, si bien es cierto que ciertas casas de análisis como Goldman Sachs han revisado ligeramente al alza el crecimiento económico global que lo cifran para el 2021 en el 6%. Para Europa esperan un crecimiento del 5,3% y con ello una subida de los beneficios del 50% para el 2021.
Otro interrogante que surge en el mercado es si se producirá un cambio en las preferencias sectoriales de los inversores. Creo que se irán teniendo protagonismo otros sectores además del tecnológico, que ha sido el rey este año, pero esa rotación va a ser gradual.
La estrategia para este año y, de momento, para el que viene desde mi EAF es la misma, esto es, se ve más recompensa al estar invertido en Renta variable que en renta fija.
Los tipos de interés van a seguir bajos por más tiempo, a ello ayudarán de nuevo los Bancos Centrales. Tanto el BCE como la FED tienen la artillería preparada para sus próximas reuniones de diciembre. La política fiscal es la que apoyará a estos tipos bajos para potenciar el crecimiento.
Sectorialmente se sigue positivo en tecnología, renovables, construcción/infraestructuras, salud, aumentando ahora el peso en industriales y lujo.
Ante estas situaciones de euforia, así como pasó en marzo ante situaciones de pánico, hay que mantener la calma, confiar en la estrategia, estudiar la nueva situación y en caso de considerarlo necesario hacer los cambios con cabeza.
Como señaló Howard Marks “En resumidas cuentas. El trabajo de un inversor es asumir riesgos inteligentemente a cambio de un beneficio. Hacerlo bien es lo que diferencia al buen inversor del resto”
