La martingala es una forma de apostar bastante conocida en los juegos de azar y que consiste en ir doblando la cantidad apostada cada vez que el jugador incurre en una pérdida y basándose en que es muy poco probable que pierda un número determinado de veces seguidas.
Ejemplo de martingala en juegos de azar
Imaginemos que vamos a apostar a que salga cruz en el típico juego de hacer de lanzar una moneda al aire, que como sabemos, tenemos un 50% de probabilidad de acertar, pues puede salir o cara o cruz, y apostaremos de tal forma que si yo me apuesto 1 € por tirada, mi contrincante apuesta lo mismo. Como hemos dicho, la probabilidad de que no salga cruz es del 50%, pero la probabilidad de encadenar una serie de rachas de pérdidas consecutivas muy grandes es muy pequeña, minúscula, como se puede observar en la tabla:
La probabilidad de que encadenemos 10 pérdidas consecutivas es de un 0.097%, entonces sabiendo esto actuaremos de la siguiente forma: voy a doblar mi apuesta cada vez que pierda, de tal forma que si en mi primera tirada pierdo 1 €, en la siguiente apostaré 2 €, si la pierdo apostaré 4 €, si la pierdo apostaré 8 €, y así sucesivamente, pues si a la siguiente tirada acierto, recuperaré todo lo perdido y ganaré.
Imaginemos que fallamos 4 tiradas y acertamos a la quinta, el resultado será el siguiente: -1-2-4-8+16 = 1 €.
La martingala en los mercados financieros
Lamentablemente en los mercados financieros la martingala no suele funcionar tan bien, pues las probabilidades varían, hay costes de intermediación, márgenes y en la "tirada definitiva" siempre puede venir un cisne negro y arruinar al trader/inversor. Otro problema que tiene la martingala es que se necesita de mucho capital para aguantar las posibles rachas de pérdidas