El gearing, también conocido como leveraging o pedir prestado para invertir, consiste en una estrategia de inversión mediante la cual se pide prestado dinero para poder adquirir inversiones extra, o lo que es lo mismo, aumentar la cantidad invertida en algún activo.
Naturalmente, hay que tener en cuenta que dependiendo del tipo o naturaleza de la estrategia de gearing que el inversor quiera implementar, habrá una serie de consecuencias determinadas, las cuales deberá comprender perfectamente antes de llevarla a cabo.
Normalmente, el valor de los activos en los que podemos invertir sufre amplias fluctuaciones en su precio, tanto hacia arriba como hacia abajo. Si llevamos a cabo una estrategia de gearing el resultado de estas fluctuaciones se verá aumentado en función de cuánto nos apalanquemos para aumentar nuestra inversión. Por ello, si por ejemplo nuestras inversiones salen bien y su valor aumenta, el gearing nos proporciona el potencial para magnificar las ganancias que podamos obtener, pero si en cambio el valor de nuestros activos se reduce, nuestras pérdidas también se verán amplificadas en la misma medida.
Así pues, las inversiones empleando el gearing tienen un riesgo implícito mucho más elevado que las operaciones normales sin apalancamiento, por lo que sería aconsejable consultar un experto financiero antes de endeudarse para invertir.
Es importante conocer que el beneficio principal del gearing es que el saldo de las inversiones será mayor, es decir, que el potencial retorno monetario será más elevado. Pero también hay que tener en cuenta que cuando se pide prestado para invertir hay que pagar un interés por la cantidad demandada, por lo que para que valga la pena pedir un préstamo para realizar una inversión, el retorno de dicha inversión deberá ser mayor que los intereses a pagar por la deuda.
Otra razón para emplear el gearing es que el coste de la inversión financiada por la deuda, incluyendo los intereses, será deducible en los impuestos. A pesar de que en efecto el gearing puede ayudar a reducir la responsabilidad fiscal del inversor, las implicaciones fiscales dependerán de su sitación personal y del tipo de inversiones que el inversor elija.
Generalmente existen dos maneras diferentes a través de las cuales conseguir la financiación para llevar a cabo un gearing:
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