La banca islámica es un sistema financiero que se rige por los principios de la ley islámica, conocida como Sharia. Según la Sharia, el interés o usura (llamada "riba" en árabe) está prohibido, por lo que los bancos islámicos no cobran intereses por los préstamos que otorgan.
En su lugar, los bancos islámicos utilizan un modelo de participación en los beneficios y las pérdidas, en el que los inversores y los prestamistas comparten los riesgos y las ganancias generadas por un proyecto o una inversión. Además, los bancos islámicos también ofrecen otros productos financieros que cumplen con los principios de la Sharia, como cuentas de ahorro, cuentas corrientes, tarjetas de crédito y seguros.
Otro aspecto importante de la banca islámica es que solo se pueden invertir en proyectos o actividades que sean éticas y moralmente aceptables según la Sharia. Por ejemplo, está prohibido invertir en actividades relacionadas con el alcohol, el tabaco, los juegos de azar y la especulación.
Reglas de la banca islamica
Algunos de los principios que rigen la banca islámica son:
- Prohibición del pago o recepción de intereses (Riba): El pago o recepción de intereses está prohibido en la ley islámica, ya que se considera usura. En su lugar, los bancos islámicos ofrecen productos financieros basados en la compartición de riesgos y beneficios, donde los clientes obtienen una participación en los beneficios generados por sus depósitos y préstamos.
- Prohibición de las actividades especulativas (Gharar): La ley islámica prohíbe las actividades especulativas, como las apuestas y la especulación en el mercado financiero. Los bancos islámicos se centran en las inversiones en actividades productivas y en la financiación de proyectos que generen empleo y beneficios para la sociedad.
- Prohibición de invertir en actividades ilícitas: Los bancos islámicos no pueden invertir en actividades que la ley islámica considera ilícitas, como el alcohol, el juego, la pornografía y las armas.
- Participación en los riesgos y beneficios: Los bancos islámicos deben participar en los riesgos y beneficios de los proyectos financiados. Por lo tanto, la relación entre el banco y el cliente es de socio-inversor, en lugar de prestamista-deudor.
- Transparencia y ética: Los bancos islámicos deben ser transparentes en sus actividades financieras y seguir principios éticos y morales en su toma de decisiones.
Evolución de la banca islámica
La banca islámica tiene sus raíces en los principios financieros establecidos en el Corán, el libro sagrado del Islam, y las prácticas comerciales de los primeros musulmanes. El Corán prohíbe la usura, lo que llevó a los musulmanes a desarrollar un sistema financiero basado en la equidad y la justicia.
La banca islámica moderna comenzó en la década de 1970 en países como Egipto y Malasia. En 1975, el primer banco islámico moderno, el Banco Islámico de Dubai, se estableció en los Emiratos Árabes Unidos. Desde entonces, la banca islámica ha experimentado un crecimiento constante en todo el mundo.
En 1983, se estableció el primer banco islámico en Malasia, y este país se convirtió en uno de los líderes en la banca islámica en el mundo. En 2002, se creó la Asociación de Bancos Islámicos de Malasia (AIBIM) para promover la banca islámica en el país y en el extranjero.
En la década de 1990, varios países musulmanes adoptaron políticas para permitir la banca islámica. En 1992, Pakistán aprobó una ley para establecer bancos islámicos y en 2002 se estableció el Banco Islámico de Pakistán. En 2004, Indonesia estableció el primer banco islámico del país, el Banco de Desarrollo Islámico de Indonesia.
Hoy en día, la banca islámica se ha expandido más allá de los países de mayoría musulmana, con bancos islámicos establecidos en todo el mundo, incluyendo Europa, América del Norte y América Latina. La industria de la banca islámica es ahora una industria global en rápido crecimiento, con un valor estimado de más de $2 billones de dólares. También ha comenzado a ser una opción de inversión para personas de otras religiones y creencias que buscan una alternativa a la banca tradicional.
En 2017, el Banco de España aprobó una ley que permite a las entidades financieras españolas ofrecer productos financieros que cumplan con los principios de la ley islámica, como los bonos Sukuk, los fondos de inversión Halal y los contratos de financiación de proyectos mediante la modalidad de "leasing" o "renting".
Varios bancos convencionales, como Santander y BBVA, han empezado a ofrecer estos productos financieros en España para atender a la población musulmana y a los inversores interesados en la inversión ética. Sin embargo, no hay ningún banco islámico en España que ofrezca una gama completa de productos financieros islámicos, como ocurre en otros países con mayor presencia musulmana y tradición financiera islámica.