Una oferta pública inicial (OPI) es la primera venta de acciones de una empresa al público. Una empresa puede recaudar dinero mediante la emisión de deuda o de capital. Si la empresa nunca ha emitido capital para el público, este proceso se conoce como oferta pública inicial.
Las empresas se dividen en dos grandes categorías: privadas y públicas
Una empresa privada tiene un menor número de accionistas y sus propietarios no tienen que revelar mucha información acerca de la compañía. Cualquiera puede constituir una sociedad: solo hay que poner un poco de dinero, presentar los documentos legales adecuados y seguir las normas de información de su jurisdicción. La mayoría de las pequeñas empresas son de propiedad privada. Sin embargo, las grandes empresas pueden ser privadas también. ¿Sabías que IKEA es una empresa privada?
Por lo general, no es posible comprar acciones de una empresa privada. Puede proponer invertir a los propietarios, pero no está obligado a vender nada. Las empresas públicas, por el contrario, venden al menos una parte al público y están en bolsa. Por ello, hacer una oferta pública inicial también se conoce como "salir a bolsa".
Las empresas públicas tienen miles de accionistas y están sujetas a reglas y regulaciones estrictas. Deben tener un consejo de administración y deben reportar información financiera cada trimestre. En EE. UU., las empresas públicas informan a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). En otros países, las empresas públicas las supervisan órganos de gobierno similares a la SEC. Desde el punto de vista de un inversor, lo más interesante de una empresa pública es que las acciones se negocian en el mercado abierto, como cualquier otra mercancía. Si tiene dinero en efectivo, puede invertir. Puede que el director de la empresa le odie, pero no hay nada que él o ella podría hacer que le impida la compra de acciones.
¿Por qué salir a bolsa?
Salir a bolsa le permite recaudar efectivo, de hecho por lo general suele ser una gran cantidad. Salir a bolsa también abre muchas puertas a nivel financiero:
Debido al mayor control, las empresas públicas por lo general pueden obtener mejores resultados cuando emiten deuda.
Mientras haya demanda en el mercado, una empresa pública siempre puede emitir más acciones. Por lo tanto, las fusiones y adquisiciones son más fáciles porque se pueden emitir acciones como parte del trato.
Operar en los mercados abiertos significa liquidez. Esto hace que sea posible implementar acciones como planes de propiedad de acciones para empleados, que ayudan a atraer a los mejores talentos.
Estar en un mercado de valores principal supone una campaña de prestigio para la empresa. En el pasado, solo las empresas privadas con fuertes fundamentos podían calificarse para hacer una oferta pública inicial y no era fácil conseguirlo.
El auge de Internet ha cambiado todo esto. Las empresas ya no necesitan una solidez financiera y un buen historial para salir a bolsa. De hecho las salidas a bolsa las han hecho nuevas empresas más pequeñas que buscan expandir sus negocios. No hay nada malo en querer expandirse, pero la mayoría de estas empresas nunca habían obtenido un beneficio y no tenía intención de ser rentables en el corto plazo. Muchas de ellas basaban su financiación en capital de riesgo, que gastaban para generar grandes expectativas sin ninguna solidez. En casos como este, se podía sospechar que solo lanzaban una oferta pública inicial para que los fundadores se hicieran ricos. Esto se conoce como una estrategia de salida, lo que implica que no hay deseo de quedarse y crear valor para los accionistas. La salida a bolsa se convierte así en el final del camino más que en el principio.
¿Cómo puede suceder esto? Recuerde: una oferta pública inicial conlleva solo la venta de acciones. Todo se centra en las ventas. Si puede convencer a gente para que compre acciones de su empresa, puede conseguir mucho dinero.
