Hay varias maneras de pronosticar o identificar un cambio de ciclo económico, tanto a mejor como a peor. De hecho, es algo que durante los últimos meses se viene haciendo ante posibles atisbos o “miedo” de cara a una posible recesión durante los próximos meses debido al contexto en que nos encontramos con costes de financiación al alza e inflaciones persistentemente demasiado altas también.
1. Guidances o estimaciones a futuro
Por un lado y en primer lugar, suele ser correcto analizar los “guidances” o estimaciones a futuro que hacen las empresas en relación a sus ventas. Y más específicamente, nos interesan en este sentido, de empresas relacionadas con el consumo retail, staples o consumo básico, es decir, todos aquellos productos que entran dentro de la cesta de la compra habitual de los consumidores, por ejemplo productos generales (Procter & Gamble, Unilever, Amazon…) alimentación/bebida, supermercados (Walmart, Kraft Heinz, General Mills, AB InBev, Costco, Tesco…) logística o transporte (Fedex, UPS) e incluso transporte marítimo (Maersk) Estar atento a las estimaciones de estos gigantes mundiales entre otros, nos dará una muy buena estimación de la actividad económica para los próximos meses.
2. Datos de comercio o exportaciones de grandes países
Datos de comercio o exportaciones de grandes países los cuales aportan una gran parte de la actividad al comercio mundial, por ejemplo China o Corea del Sur. En relación al transporte, destacar también índices de comercio como el Baltic Dry Index (BDI) índice que se creó en 1985 y que mide la evolución del transporte marítimo de las principales materias primas. Si el índice sube significa que la demanda de materias primas aumenta y con ello la producción y el crecimiento económico mundial. Debajo cotización del BDI durante los últimos meses.
3. Uso de indicadores adelantados
Uso de indicadores adelantados (NO retrasados, como pueden ser IPC, empleo…) como los PMI (índice de gestores de compra) de servicios y manufacturas que se publican dos veces al mes de los distintos países, se trata de encuestas que se hacen mensualmente a distintos gestores de un determinado sector para analizar sus previsiones de inventarios, órdenes, empleo u otras variables para el próximo mes. Datos por debajo de 50 nos indica contracción y posible recesión a futuro, debajo último dato de PMI compuesto de la Unión Europea.
4. Inversión de curva de deuda
Inversión de curva de deuda: como está pasando actualmente en EEUU y pasó en las anteriores crisis de 2000 y 2008. Financieramente hablando, no tiene sentido que se pague más a un bonista que posee un título de deuda a más corto plazo que a otro que posea un título a un horizonte temporal más amplio, siendo el riesgo de crédito el mismo y tratándose del mismo emisor. Normalmente una curva invertida anticipa periodos de recesión, a 6-18 meses vista. Debajo curva actual de EEUU. A partir del tramo 2-3 años a más largo plazo, se encuentra actualmente la curva invertida.
5. Cotización de materias primas, metales industriales
Cotización de materias primas, metales industriales u otros necesarios para la producción o fabricación de elementos o componentes necesarios a día de hoy: componentes electrónicos, litio, cobre, platino, níquel u otros clásicos pero todavía igualmente de necesarios a día de hoy como el petróleo.
6. CDS (Credit Default Swap)
CDS (Credit Default Swap) derivado que sirve para cubrir el riesgo de crédito en caso de impago de un determinado emisor, mide mejor las posibilidades de impago por parte de un emisor, no tanto el dato de “Prima de riesgo” que sigue el mercado, que es la “simple” diferencia de rentabilidades entre dos países a 10 años. Cuanto mayor sea el CDS, mayor es el riesgo de impago de un determinado emisor, posible recesión si dicho riesgo se transmite al resto del mercado. Un ejemplo muy cercano lo hemos visto en Reino Unido con una súbita subida durante los últimos días por ese recorte fiscal propuesto por el nuevo Gobierno la pasada semana. Debajo CDS de UK a 5 años durante los últimos días: