Presentar la reclamación a través de Consumo
Las comunidades autónomas tienen un instituto de Consumo con diversas competencias arbitrales; es muy recomendable acudir a ellas, por ejemplo, en cuestiones de telefonías, empresas poco limpias donde las haya; pero este tema no os ocupa y hablaremos del papel de Consumo en una reclamación bancaria.
Pongamos como ejemplo la forma de proceder con una reclamación a cursar en Galicia a través del Instituto Gallego de Consumo.
- Se puede pedir la hoja de reclamaciones oficial, la de la autonomía, en el propio banco o caja. Esto no les gusta un “carallo”. Se debe cubrir allí, quedando una copia en la entidad reclamada. Si no te facilitan la hoja, se avisa a la policía municipal para que se persone y tome parte; de esta forma, milagrosamente, suelen aparecer las hojas. Si no las tienen se presenta una denuncia en consumo para lo que se pide el número de placa al agente.
- En caso de que faciliten la hoja, se presentan las otras dos copias en un registro de la Xunta o del ayuntamiento para que las sellen. Consumo, que no tiene competencias en temas bancarios, simplemente remite la reclamación al servicio de atención al cliente. Suele ser efectivo en muchos casos. Las cajas de ahorro, quebradas la mayoría, se suelen resistir más; tenemos el caso reciente de Ruralcaja, con quien hemos tenido que acudir al Banco de España que ha fallado favorablemente al reclamante.
- Si la entidad reclamada no contesta, Consumo remite la reclamación al Banco de España. Si falta documentación (copia del contrato, de los extractos de las operaciones a reclamar…) el B de España se pone en contacto con el propio reclamante. Si la entidad alega algo a Consumo, este nos lo comunica indicando que tenemos 10 días de plazo para alegar nuestra disconformidad; si no lo hacemos, Consumo archiva el expediente y la reclamación queda ya de nuestras manos para seguir al servicio de reclamaciones del banco de España.
- Se puede descargar un impreso de la web del Instituto Gallego de Consumo y presentar original y copia en un registro de la Xunta o municipal.
Lo bueno de la reclamación a través de Consumo, además de la gratuidad, es que creamos una conciencia y cultura de reclamación así como hostilizamos a la entidad que nos ha cobrado indebidamente la comisión. Consumo elabora unas estadísticas donde algún día puede verse reflejado que el sector financiero es uno de los más reclamados. Otra comunidad donde han tenido éxito las reclamaciones vía Consumo ha sido la Valenciana.