El Euríbor y la BCE, desde 1999
Desde 1999, el año en el que empezó a circular el Euro, el mundo de las finanzas a nivel europeo se ha regido por un concepto que conocemos como el Euríbor. El Euro Interbank Offered Rate, o Tipo Europeo de Oferta Interbancaria, es un tipo de interés estipulado que se impone como referencia para los bancos a la hora de calcular el precio de sus hipotecas y demás préstamos y, a su vez, sirve para regular el precio del dinero.
A pesar de dominar en el flujo de los productos bancarios, como pueden ser las hipotecas y los préstamos, los efectos del Euríbor en el mercado europeo son extrapolables a todos los ámbitos de circulación de dicha moneda a través de su capacidad de repercusión en la inflación presente en los mercados correspondientes. Su función elemental es mantener y asegurar una estabilidad económica a nivel de Europa.
El Banco Central Europeo (BCE) establece el valor del Euríbor en función de unos objetivos directamente alineados con lograr ese equilibrio económico de manera que, cuando el Euríbor tiene un valor más reducido, el BCE se está concentrando en aumentar el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) con el fin de estimular la circulación de dinero. Por lo contrario, si el valor es más elevado, implica que el BCE impone medidas para controlar la inflación para no superar el 2%, lo que puede perjudicar gravemente al sistema europeo.
¿Cómo se ven afectadas las inversiones por las alteraciones del Euríbor?
El ecosistema financiero se sostiene mediante la convivencia de todos sus componentes. Esto se traduce a un balance en el que alterar cualquier elemento influirá directamente a los demás. Así mismo, la intuición por sí sola puede llegar a la conclusión que una pieza tan fundamental del sector financiero, como es el Euríbor, tendrá la capacidad de influir en el sistema de inversión de cualquier cartera.
Por un lado, se debe considerar la inflación, directamente vinculada al valor del Euríbor, como factor decisivo en el comportamiento de los mercados ya que afecta directamente al poder adquisitivo de los productos de ahorro e inversión. La inflación, por lo general, suele crear incertidumbre y conlleva diferentes riesgos para los mercados, y, como consecuencia, para los inversores. Este riesgo englobaría las diferentes situaciones de intercambios o transacciones con monedas o divisas valoradas en una fecha determinada, entre otras.
En situaciones de inflación, siempre es recomendable diversificar tu cartera de acuerdo con un objetivo claro y definido mientras también se valoren alternativas para invertir en mercados correspondientes a sectores con mayor rentabilidad para proteger tu dinero de la inflación, como por ejemplo sectores que se están revalorizando como la innovación tecnológica y las energías renovables.
No obstante, un cambio en el valor de una moneda puede ser ventajoso o desfavorable para un fondo de inversión, dependiendo de la moneda o del país en el que se haya invertido . Realizar una inversión en un mercado determinado usando una moneda con un valor creciente aumenta el poder adquisitivo hacia un mercado ajeno en el que se encuentra la inversión, aumentando el valor de la inversión en sí.
Los mercados de valores son dinámicos y están sometidos a los efectos provocados por todo tipo de estímulos a veces intencionados y otras no. El Euríbor, como referente para el precio del dinero, lleva sus impactos a todos los ámbitos económicos y, por defecto, a las carteras de inversión. Teniendo esto en cuenta, como inversor es básico comprender a este valor y entender cómo puede afectar a tus inversiones realizadas o previstas en un futuro.