En nuestro blog (pautasterminales) no es la primera vez que comparamos la física con la teoría de la onda de Elliott. Si repasáramos los comentarios que diariamente colgamos en el mismo, veríamos que hemos tratado de la primera ley de Newton sobre la inercia, del principio de indeterminación de Heisenberg, de la constante C de la velocidad de luz y de alguno más que ahora mismo no recuerdo.
Un acertijo antes de entrar en la "harina" de los mercados
Antes de entrar en la "harina" de los mercados (que es lo que nos gusta y nos procura "algún beneficio"), se me ha venido a la cabeza, lo que hoy se podría considerar como un ingenuo acertijo para escolares de primaria, y hace algunos años, concretamente al comienzo de la década de los 80, llegó incluso a formar parte como una pregunta más de los exámenes que actualmente no sé qué denominación tendrán (a ver si de una vez por todas, los responsables políticos españoles se ponen de acuerdo en un tema tan importante como la Eduación) y que en mis tiempos de estudiante se llamaba selectividad, y que era la siguiente.
En resumen la pregunta venía a decir que, un cazador después de una larga jornada infructuosa detrás de la pista de un plantígrado (oso), y una vez se hizo la noche, montó su tienda de campaña para descansar. A la mañana siguiente comenzó de nuevo la búsqueda del oso, brújula en mano recorrió 5 km al sur, 5 km al oeste y otros 5 km al norte, comprobando con asombro que se encontraba justo donde había dejado montada su tienda, viendo en ese preciso instante, un oso que buscaba algo de comer en la mochila que había dejado en el interior de la tienda. El cazador no se lo pensó, apuntó con su fusil al oso y lo mató. La pregunta del examen era de qué color era el oso.
Muchos ya lo sabíais, otros al leer el título del artículo lo supondrán, la explicación física, es que únicamente en los polos, teóricamente se daría esa posibilidad de recorrer 5 kms en los sentidos expuestos y acabar en el mismo lugar. De los dos polos estaríamos en el norte (en el sur no hay osos) y el color blanco, como el "caballo blanco de Santiago".
La teoría de la onda de Elliott
Y todo esto rollo para qué, pues porque los que operamos en los mercados con la teoría de la onda de Elliott (por cierto éste publicó sus famosos doce capítulos en 1939, "casi ayer"), en ocasiones nos pasa lo que al cazador de osos. Pasamos horas delante de la pantalla del ordenador, damos mil vueltas a los recuentos, cambiamos las numeraciones de las ondas según el devenir de los mercados, hacemos recuentos alternativos, e incluso "rizando el rizo" buscamos recuentos alternativos de los alternativos, para que al final el precio se encuentre donde habíamos empezado, y si se presenta la ocasión y se cumplen las condiciones disparar.
Recientemente un amigo de la "Elliott Wave Band", se quejaba de que al repasar sus operativas de hacía año y medio, comprobaba que el precio del futuro del dax se encontraba en los mismos niveles que actualmente. No hay que ser experto en los mercados para saber que, han pasado muchas cosas durante ese tiempo (recordemos los problemas de Grecia, el Brexit, Trump, etc...) e intuir que el precio no habría permanecido inmóvil durante dicho período.
Son precisamente estas situaciones las que esperamos los que especulamos siguiendo a Elliott (yo diría que cualquiera que especule en los mercados). En cierta ocasión leí o escuché a uno de los "ilustres del mercado" (el entrecomillado no es una muestra de ironía, pues lo tengo en gran estima), que necesitamos de noticias mixtas, noticias que hagan que los mercados se mueven en un sentido u otro.
Nuestro sistema de trading
Nosotros trabajamos en 1 y 5 minutos, no compramos o vendemos un contrato de un futuro con vocación de verlo expirar, nosotros compramos o vendemos porque nuestro sistema nos ha dado la oportuna señal. Alguien pensará que al trabajar en espacios temporales tan pequeños tendremos un montón de señales, pues no, aunque pueda parecerlo no son tantas la señales (conste que no somos de los que pongamos muchas pegas para desenfundar la escopeta).
No queremos alargar en demasía este primer contacto con vosotros (prometemos volvernos a "ver"), únicamente queremos haceros llegar la bondad de la onda de Elliott en el trading como sistema de especulación, y en particular de lo que recurrentemente denominamos como "medalla de oro" de sus pautas, y que son las terminales que dan nombre a nuestro blog (aquí tengo que hacer mención a Enrique Santos que fue quien me enseñó a distinguirlas y "quererlas").
Damos gracias igualmente a Rankia quien nos ha dado la oportunidad de poder comunicarnos con vosotros.