Marion Mueller
Hemos entrevistado a Rubén Manso Olivar antes de su participación el próximo 14 de noviembre en la conferencia “Claves para sobrevivir a la Crisis Financiera” organizada por la AEMP y Oro y Finanzas.
Manso Olivar es ex inspector del Banco de España y uno de los mejores y más preclaros analistas del sistema financiero español en la actualidad y con el que podrán intercambiar opiniones durante la Conferencia el 14 de noviembre.
¿Qué representa el oro en la economía y porqué lo guardan en reservas los bancos centrales?
El oro es un medio de pago que conserva valor y que no puede ser producido por ninguna autoridad, lo que le preserva de la influencia política. Los bancos centrales no se fían del dinero fiduciario que los demás bancos centrales emiten, porque saben cómo crean ellos su propia moneda. En cambio el oro tiene una multitud de creadores y una limitación natural, lo que convierte en único y fiable.
Desde Europa se está pidiendo la implantación de cambios en el Tratado, ¿hasta que punto no resulta peligroso acumular tanto poder en Bruselas?
Peligrosísimo. Siempre es igual: cuando las políticas públicas fallan, el problema siempre se achaca a la falta de medios y se solicitan por ello más, nuevos y mejores medios para las autoridades con el fin de que no fracasen la próxima vez. Está es una carrera loca que sólo puede acabar con todos los medios en manos del Estado y ya sabemos como se llama eso, les guste o no a las Autoridades de Bruselas: comunismo, y como acaba: en el colapso económico.
¿Qué opina de un sistema financiero que ha utilizado la política para asegurarse que sus instituciones son demasiado grandes para quebrar?
Son las contradicciones de un sistema que se autodenomina de libertad de mercado, y no lo es. Es la pasión por el tamaño que tanto gusta a nuestras autoridades: Un gran supervisor bancario europeo y pocos y grandes bancos privados. Un error. Las entidades bancarias que no han dado problemas son las pequeñas. Además cuando caen, no preocupan, ni tienen prisionero al Gobierno. Por último, un gran número de entidades favorecen la competencia y al consumidor.
¿A qué se debe que todos los partidos políticos defiendan políticas monetarias expansivas, de endeudamiento y que pretendan resolver un problema crediticio con más deuda?
El sistema bancario que padecemos: de reserva fraccionaria y sin patrón metálico que respalde la emisión de moneda que hace el correspondiente banco central en cada territorio, es una maquinaria perfecta para ir aumentando el poder de lo político continuamente. Este sistema ha permitido aumentar los déficit públicos que han facilitado la compra de votos por un mecanismo perverso: servicios públicos universales, y en muchos casos absurdos, a ‘muy bajo coste’ para el ciudadano.
Por otro lado hay una confusión mental inmensa porque lo que hace crecer una economía en el largo plazo no es la deuda, sino el ahorro. Todo el sistema económico de Occidente insiste en las bondades del consumo para impulsar la economía y castiga el ahorro. Ahorramos poco, sin embargo parece que nuestras autoridades no ven que es la renta la que tira del consumo y no al revés, y que para que haya más renta en el futuro hay que ahorrar en el presente.
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