Nuestro valor de la semana pasada, Nike, no ha sido ajeno al “sube y baja” de esta intensa y semifestiva semana en Wall Street. Experimentó una fuerte caída el lunes 24, para reponerse el miércoles 26 y finalmente, tras varios vaivenes de menor intensidad, cerrar el viernes en 73,3 dólares por acción, es decir, ligeramente por encima del cierre del viernes anterior. Seguimos pensando que el soporte de la cotización de Nike está más bien en la banda entre 52 y 64 dólares por acción, y solo si llega esa banda empezaríamos a comprar.
Pero, ¿qué ha pasado esta semana? ¿Por qué esos bruscos movimientos de los índices americanos que se ven de forma muy clara en el Gráfico adjunto de los futuros del S&P? ¿Hay alguna lógica detrás de esa especie de montaña rusa bursátil?
La única evidencia es que el desorden se ha instalado en las Bolsas americanas y que ese desorden afecta inevitablemente al resto de las Bolsas globales.
Un desorden que deriva, seguramente, del desconcierto de unos inversores huérfanos de su “gran protector”, la Fed, que sigue impertérrita su programa de endurecimiento monetario y que bajo el mando de Powell parece haber decidido no mirar a los mercados a la hora de articular su política.
Esa indiferencia de la Fed coincide en el tiempo con la sensación de desaceleración global, y los inversores se encuentran, al finalizar este complicadísimo 2018, desconcertados e indefensos en medio de un escenario nuevo, muy alejado de aquella visión optimista de un mundo feliz, en el que todo estaba controlado por la Fed y en el que el crecimiento y la inflación iban a caminar unidos en perfecta armonía, dando como resultado un mercado alcista perpetuo.
En tan solo tres meses, la idea del “bull market forever” que algunos audaces analistas americanos pusieron en circulación el pasado mes de septiembre, cuando los tres grandes índices americanos (S&P, Dow y Nasdaq) batían récords históricos un día sí y otro también, ha quedado rota y ha dado paso a la convulsa imagen que vemos en el Gráfico adjunto.
¿Cuándo va a volver la calma a los mercados? En nuestra opinión, y aun sabiendo que el deseo de todos, incluido el nuestro, es que desaparezca la inestabilidad, hay que prepararse para un 2019 con mayores niveles de volatilidad. Como somos prudentes y preferimos pecar por defecto que por exceso, esperaríamos a niveles entre un 5% y un 10% más bajos de los actuales para tomar posiciones largas en el S&P.