El pasado lunes nos preguntábamos, tras la fuerte subida semanal del S&P, si se habían terminado las turbulencias bursátiles y volvíamos al mundo feliz del 2017, y la verdad es que la suave caída de las Bolsas americanas esta última semana deja la respuesta a esa pregunta en el aire, por lo que tendremos que esperar un poco más para saber si realmente los “espíritus animales” de Wall Street han superado de verdad la crisis de los primeros días de febrero.
Pero hay un mercado, el de las criptomonedas, y más en concreto el del bitcoin, que sí nos puede dar algunas pistas sobre el sentimiento inversor, ya que algunos lo consideran como un indicador adelantado de la percepción y del deseo de riesgo de los inversores. Pues bien, la cotización del bitcoin ha experimentado fuertes caídas estos últimos días, que se suman a las que ya venía teniendo desde fines del pasado año.
El Gráfico que adjuntamos es el de MGT Capital Investment, compañía dedicada a la minería de bitcoins que dispone de impresionantes ordenadores y equipos dedicados a minar bitcoins tanto en Estados Unidos como en Suecia. Su cotización, como se ve en el gráfico, ha caído con fuerza desde los máximos de diciembre pasado, y mucho nos tememos que siga cayendo.
El 18 de diciembre de 2107, en plena euforia del bitcoin, y justo en el momento en el que su cotización rozaba los 20.000 dólares, publicamos nuestro Gráfico semanal bajo el título “La locura del bitcoin” y decíamos, literalmente, que nuestra desconfianza hacia el bitcoin crecía a medida que subía el nivel de la “bitcoin manía”. A partir de ese momento, la cotización del bitcoin inició una caída que le ha llevado, este último fin de semana, por debajo de los 7.400 dólares.
Hoy nos reiteramos en aquellas opiniones, ya que pensamos que queda aún mucho recorrido a la baja en la cotización del bitcoin, una moneda digital que si bien pudo tener algún sentido originariamente, cuando se diseñó como moneda no sujeta a los Bancos centrales, perdió todo su valor al convertirse en activo altamente especulativo que cotizaba y sigue cotizando en claros niveles de burbuja.
La caída del bitcoin nos sugiere, además, la inquietud de si los inversores van a proyectar también su desconfianza hacia otros activos, incluidas las acciones de las Bolsas americanas, que han subido de forma tan espectacular el pasado año y en el inicio de este. Es decir, cabe preguntarse si el sueño del mundo feliz se ha roto no solo para el bitcoin, sino también para las Bolsas americanas. Una pregunta que, como decíamos la semana pasada, el tiempo se ocupará de responder.
Seguiríamos completamente fuera del bitcoin, y no descartaríamos que su evolución pueda estar señalizando de forma anticipada futuras turbulencias en los índices americanos, por lo que recomendamos prudencia en dichos índices.
