EL CASO FAISÁN O CÓMO ETA DELATA A UN GOBIERNO
28-03-11
Hoy escribimos tristes y desde luego apesadumbrados.
Una vez más, observamos como nuestra democracia, esa mujer ya no tan joven y tantas veces violada y violentada (incluso lo fue siendo una menor, manda güevos), se postra inánime ante la ambición del hombre, tan masculina, tan inútil y tan absurda: se abre de piernas obligada por la violencia, para que una mierda de falo le penetre hasta que le aniquile y le anule. Así es, desde tiempos de Caín y Abel.
Si al final la Biblia, ese resumen muy bien escrito de supersticiones y leyendas, va a tener la razón.
Desde por allá 1995 o así, no leíamos en la prensa nada tan definitivo como hoy hemos leído en El Mundo.
Nos referimos de entonces al caso Roldán, cuando el que fue Diario 16, dirigido por el apocalíptico, ciclotímico y proteico Pedro J. (desde luego nunca ha contado con nuestras simpatías, aunque sólo fuera por su estética y por nuestro orgullo de clase, cuando no queremos que algunos se mezclen con nosotros. Aceptamos todo, menos los horteras), desveló y documentó uno de los mayores casos de corrupción de la democracia, que al final se llevaría por delante a FG, que debería haber acabado en la cárcel, aunque sólo hubiera sido por matar tan pocos (y tan mal) terroristas de ETA y encima dar argumentos legales al rencoroso y rencorado juez Garzón, que va a acabar haciéndose muchas pajas en el extranjero o así.
Lo de las pajas y Garzón es porque nadie le va a hacer caso. Algo socorrido y consolativo, lo de las pajas. Consuelo de mediocres: Garzón, anda, hazte unas pajas y déjanos en paz.
El Caso Faisán pululaba por nuestras mentes hace tiempo. No sabíamos qué había de verdad o de interesada impostura, acaso propaganda.
Que los propios policías avisaran (se chivaran) a los peores y más efectivos asesinos en serie que ha conocido Europa desde los tiempos de las cámaras de gas de Hitler (es decir, ETA. Y esto no es opinable, ahí están las cifras), nos suponía un horror inaceptable.
Cómo los policías habrían de traicionar la memoria de tantos compañeros muertos en aras de un superior e imperativo poder político?
Pues así lo hicieron: por temor; o por medrar y conseguir puestos y medallas y pensiones; o incluso sólo por inercia, esa falacia llamada obediencia debida.
Todos los presidentes de gobierno tienen el derecho (y el deber) de intentar acabar con ETA, incluso con soluciones políticas, dada esa base social de 200.000 vascos que le apoya, después de que otros 200.000 vascos hayan tenido que emigrar fuera del Euskadi, y después de que dos generaciones sean el resultado artificial, de laboratorio, de ese experimento demográfico/sociológico de ikastolas y demás gilipolleces del PNV, desde luego la vil e interesada (y encima muy católica) mano que recoge las nueces del asesino de tiro en la nuca.
Bien FG por intentarlo. Bien Aznar por proseguir. Bien ZP por si por fin se acaba con ETA, aunque hubiera sido a costa de generosas concesiones de nuestra maltrecha (y asesinada) sociedad.
Pero el Caso Faisán demuestra que, fracasadas la conversaciones con ETA y después del atentado de la terminal T 4 del Aeropuerto de Barajas, Madrid, este gobierno que nos mal gobierna y lleva a la ruina a la mitad de España, siguió negociando con ETA y dejándose dar por el culo (encima sin vaselina, mantequilla a lo Marlon Brando o cualquier otro asqueroso lubricante).
Hoy el diario El Mundo demuestra de forma documental e irrefutable (las actas redactadas por la propia ETA y que han sido intervenidas en un redada, bajo judicial e incontestable tutela) cómo ZP y su gobierno, con el siniestro Rubalcaba a la cabeza (todavía no lo sabe, pero está acabado, menos mal) se bajó los pantalones una vez más, y se dejó, en nombre de todos los españoles e injuriando a todas las víctimas del terrorismo etarra/mierdarra, darse por el culo una vez más, y encima sin lubrificante o como se diga.
Por cierto: dónde está la izquierdona (y la histórica y legítima pero silente y cobarde izquierda) para denunciar la vileza del Caso Faisán que documenta, sin ningún género de dudas, el diario El Mundo, da igual el payaso con tirantes (como Botín) de Pedro J?
Uy, el Caso Faisán no les interesa. Es propio de la derechona y el fascismo, pura propaganda.
Pues yo hoy os maldigo, por cobardes y sectarios. Que os den por el culo, sin lubricante o sin la mantequilla de Marlon Brando, por supuesto.
Así os dolerá más, cobardes, que miráis para otro lado cuando os interesa.
Esto no quedará en vano. Ya veréis, payasos.