Para un escritor que considera el colmo de la aventura los paseos diarios con su perro labrador por el descampado que hay a la espalda de su casa, la expectativa de un viaje a Angola, aunque sea con alojamiento en un hotel de lujo de Luanda, es una perspectiva horripilante.
Sin embargo, en
Conozco unos cuantos lugares de África, pero nunca he estado en Angola. Sin embargo, he recorrido, desde Ethosa hasta Chobe,
Ethosa es uno de los Parques Nacionales más impresionantes de África, por la aridez de sus sabanas, sólo aliviada por las charcas donde de noche acuden todo tipo de animales a beber. Algunos de esos estanques están junto a las zonas de acampada, de modo que los visitantes pueden pasar la noche viendo entrar y salir del abrevadero jirafas, rinocerontes, hienas, elefantes, leones, antílopes, etc. Chobe es el paraíso de los elefantes, el lugar en donde aún puedes ver manadas de casi cien ejemplares vadeando el río al atardecer siguiendo a la matriarca del grupo.
En el mismo viaje estuve en la ciudad de Maun, en Botswana, donde el río Okavango, que ha nacido en las tierras altas del sur de Angola con el nombre de Cubango, entre dos poblaciones llamadas Vila Nova y Boas Aguas, desemboca en medio del Kalahari y forma el mayor delta interior del mundo. En el Delta del Okavango se puede visitar
Pero supongo que en una hipotética visita a Luanda, la capital de Angola, no habría tiempo para visitar las Reservas de Caza ni los Parques Naturales del país. La cosa se limitaría a un viaje rápido con media docena de citas concertadas, otras tantas reuniones con los responsables de las entidades a contactar, la presentación de unos cuantos informes financieros que haríamos como que aprobamos, sin muchas ganas de entrar a auditar a fondo todos los números que allí se nos presenten y tres o cuatro noches en un hotel de cinco estrellas, sin más compañía que algún pesado de las empresas visitadas y todas las escorts que tuvieran como base de operaciones el Hotel Meridièn.
Además de cualquier chica con la que pudiéramos contactar en cualquier sitio y estuviera buscando cualquier modo de sobrevivir al boom económico de uno de esas países donde un 10 % de la población acapara un 90 % de la riqueza. Luanda, con crecimientos anuales del PIB del 20 % y un encarecimiento geométrico del precio del suelo y los inmuebles, es “la ciudad más cara del mundo”.