LAS MUJERES DELGADAS
26-09-09
En una entrevista a un actor, cuyo nombre no recordamos (ay, nuestra memoria, que sólo recuerda lo que le interesa), hemos leído lo siguiente: Las mujeres quieren estar delgadas no para gustar a otros hombres, sino para gustar a otras mujeres. Qué gran verdad. Es lo bueno de leer la prensa, que a veces uno se encuentra perlas como ésta.
Nosotros ya lo hemos escrito aquí alguna vez. A los hombres no nos gustan las mujeres delgadas (más bien nos gustan macizas, aunque digamos lo contrario), lo que ocurre es que somos unos esnobs, y nos gusta que otras mujeres nos vean con mujeres delgadas. Somos tan fatuos, que incluso bien acompañados por una mujer, queremos seguir impresionando/gustando al resto de las mujeres. Lo dicho: somos unos sementales poco evolucionados, inmaduros y bastante salidos. Qué se le va a hacer.
Esta tiranía de la delgadez es una locura. Nos parece muy bien que en ciertos eventos de moda, desfiles y esas cosas, se exija un mínimo de masa corporal a las modelos. Nuestras hijas pueden inspirarse en ellas, y pretender imitarles, cayendo en la enfermedad de la anorexia. Nosotros hemos visto de cerca alguna de estas pobres chicas anoréxicas, y son un horror: cómo alguien puede tener la mente tan trastornada como para mirarse al espejo y seguir considerándose gorda, a pesar de los huesos que se traslucen a través de la piel y pesar menos de cuarenta kilos o mucho menos.
Y peor todavía: a la moda de estar muy delgadas, impuesta por otras mujeres no por hombres, recordamos, se le añade la magia maléfica del foto shop (preferimos escribirlo así, no photoshop). No nos extraña que muchas mujeres se desesperen al ver fotos trucadas, y pensar que es posible tener un cuerpo así de perfecto. Y para qué leches quieren las mujeres tener un cuerpo tan perfecto, si los hombres nos conformamos con cualquier cosa y lo único que queremos es follarlas? Pues quieren tener ese imposible cuerpo para gustar a otras mujeres. Un lío, vaya.
Uno de los principios de la ataraxia es aceptarse como uno es, incluso cuando va envejeciendo. Por supuesto que hay que cuidarse, y es agradable ponerse unos vaqueros de la misma talla que cuando teníamos veinte años. En el caso de los hombres, lo vemos más probable. En las mujeres, es más difícil, si es que ha sido madre, ya que el cuerpo les cambia, no digamos con la temida menopausia. Qué se le va a hacer. Desventajas de ser mujer. Las mujeres tienen otras ventajas: por ejemplo, tienen tetas y nosotros no. A nosotros siempre nos hubiera gustado tener unas buenas tetas, para mirarlas y tocarlas bien, y nos aguantamos. No se puede tener siempre todo.
Pero una cosa es cuidarse, comer bien, hacer ejercicio, por el simple hecho de que uno entonces se encuentra mejor consigo mismo, y otra es caer en la anorexia o en la vigorexia a lo Aznar.
Nosotros por ejemplo estamos delgados y no tenemos barriga. Pero lo que nunca haremos es intentar tener unos abdominales a lo Aznar. Menuda pérdida de tiempo. Para qué queremos tener nosotros unos abdominales tan marcados? Para mirarnos en el espejo, tocarnos los abdominales (ya que no tenemos femeninas tetas) y gustarnos como unos ridículos narcisos? Para que nos miren las chicas? Si una chica se fija antes en nuestros abdominales que en otras cosas, entonces es que no es nuestro tipo de chica. Nosotras con tontas del bote evitamos salir, ya que excepto para un polvo de urgencia no sirven para otra cosa.
Ya hemos hablado de lo patético que nos resultan los hombres maduros vigoréxicos a lo Aznar. Ya hablamos de ello en nuestra muy aclamada columna La pitopausia (Aznar, además de la vigorexia, tiene un problema peor: aguantarse así mismo. Se imaginan ustedes ser Aznar, estar todo el día con él? Sería una pesadilla cuya única solución sería el suicidio). Y hoy nos gustaría convencer a alguna mujer que ceje en su empeño de luchar contra la naturaleza, y que se acepte como es.
Mujer: cuídate, haz ejercicio, come bien, haz el amor y no la guerra, pero nunca, pero que nunca, te operes de algo si no es por motivos médicos. Te gastarás mucho dinero, correrás riesgos innecesarios para tu salud, y finalmente serás una vieja. Y ojalá para ti que llegues a vieja.
Ya hemos descrito en otras columnas la mejor manera de envejecer y tener un buen aspecto, y según la teoría de Dorian Grey. Suena a cursilada tipo La bella y la bestia, pero como muchas cursiladas, y siempre que no las diga Antonio Gala, que es lo único que sabe decir, cursiladas, es verdad: la belleza (generosidad, tolerancia, paciencia, ternura, entrega, empatía) está en el interior, y ésta belleza escondida conforma, con el paso del tiempo, el mejor y más atractivo y deseado aspecto externo. Ninguna dieta ni ningún cirujano pueden lograr ese aspecto.
Mujeres muy delgadas, recordadlo: sólo queréis estar muy delgadas para gustar a otras mujeres. Se puede hacer algo más inútil y tonto? Pensadlo, y rebelaos contra una tiranía que sólo os ocasiona privaciones, sufrimientos y desesperación. Allá vosotras. Que no se diga que nadie os ha advertido. A nosotros nos gustáis como sois, no como las modas dicen que tenéis que ser. Menuda mierda las modas.