Tal como era previsible y una vez ya superado todo el proceso electoral, esta semana que estamos a punto de cerrar ha sido pródiga en publicación de datos reveladores que han servido para oficializar, por si existía alguna duda, el armagedón inmobiliario en que estamos inmersos. Vamos a hacer una breve recopilación de todas ellas:
- Publicación de los datos oficiales del INE que reflejan, entre otros: una caída de un 39 % en la compraventa de viviendas usadas o un descenso superior al 25% en el número de hipotecas concedidas y por un importe medio inferior del más del 3% respecto hace un año (hecho inédito en años).
- Trasiego constante de procesos concursales de empresas constructoras, promotoras e inmobiliarias, esta semana les ha tocado a SEOP, Sánchez Romero, Encoval, Cosmani, Prasi y así un largo etc. Por otro lado, y en el mejor de los casos, empresas como Martinsa-Fadesa, Royal-Urbis, etc. siguen con gravísimos problemas para refinanciaciarse. Respecto a Habitat se menciona que está inmersa en una quiebra técnica encubierta.
- Publicación de datos de varios portales inmobiliarios (Idealista, Fotocasa, Comprarcasa) que evidencian una caída generalizada de precios en el primer trimestre del año.
- Incremento de la morosidad en enero pasado con su mayor subida mensual desde 1994.
- Euribor campeando en máximos anuales y que jaleado profusamente por Thichet tiene el tipo del 5% en la mirilla.
- Reconocimiento expreso de los promotores de una caída generalizada de precios en el sector.
- Oficialización de la debacle inmobiliaria en medios de comunicación próximos al Gobierno: EL PAIS y Público.
- Negación gubernamental a incrementar las deducciones por compra de vivienda reclamadas por la patronal del sector. Vaya, que con los 400€ de ZP nos debemos de dar más que por satisfechos y más cuando las cuentas del Estado van de capa caida por la bajón inmobiliario. Cabe recordar que el superávit del Estado en los dos primeros meses ha caido un 27.5% respecto al mismo periodo del año anterior.
Resumiendo, que con estos datos ya nos podemos despedirnos del tan largamente cacareado "Aterrizaje suave del sector", dar carpetazo al eterno debate "burbujistas Vs nuncabajistas", y tan sólo esperar que el castañazo sea lo más dulce posible, tanto para unos como para los otros. Descanse en paz la burbuja inmobiliaria.
