Pero el baile tan sólo acaba de empezar y nos ha tocado con la más fea de la fiesta, y es justo ahora que muchos se preguntan porqué se ha llegado hasta esta situación tan calamitosa. Pues bien, hace falta que lo recordemos?. ¿Hace falta que recordemos la incompetencia, inmoralidad y complacencia de TODA nuestra clase política que en los últimos años ha estado sacando pecho por los crecimientos de un "modelo económico" basado en algo tan cortoplacista como el ladrillo y el consumo interno y que se derrumba al más mínimo cambio de ciclo, que se ha estado lucrando de la burbuja del tocho y que se ha desentendido de actuar para evitar que las familias se metieran en el pozo del megaendeudamiento?. ¿Hace falta recordar la avaricia sin límites de la banca permitiendo financiaciones imposibles basadas en tasaciones ilegales?. ¿Hace falta recordar el egoísmo, imprudencia y catetismo de muchos empresarios del sector del tocho?. ¿Hace falta recordar la obsesión enfermiza y borreguismo servil de mucho españolito medio hipotecándose hasta lo imposible por la mera ilusión de sentirse propietario?.¿Hace falta recordar el egoísmo y la ansia de dinero fácil que nubló a muchos para seguir dando pelotazos inmobiliarios sin mesura?.
En los últimos diez años en este país se ha estado forjando una cultura del pelotazo sustentada en una dinámica de falsa riqueza y en donde el más mediocre y sin esforzarse podía forrarse como pasapisero sacándose una indecencia por cada pase. Ahora bien el final de fiesta ha llegado y la resaca será terrible, y si bien habrá llenado los bolsillos a mucha gentuza, a otra tanta la habrá arruinado. Y es justo ahora que nos tocará a todos pagar los desmadres de unos pocos. Muchos han sido los que han chupado de esta estafa piramidal, timando a otros tantos en este tocomocho ladrillil. Los mismos que ahora culpan a los bancos y al Gobierno para que les salven el culo. Pues bien, que tengan claro que la solución es simple: "son los precios, estúpidos" y que cuanto más tarden en entender el primer principio de la economía (oferta mayor que demanda igual a caída de precios), mayor será el tiempo de ajuste y peores sus consecuencias. Por tanto toca ponerse a captar a la demanda negociando a la baja para ajustarse a su capacidad adquisitiva de la demanda.
En fin, que cada uno y cada país,acaba teniendo lo que se merece. Los próximos meses y años nos desvelará el alcance de esa locura.