A pesar de que se nos ha repetido machaconamente desde todas las instancias que en España no habían hipotecas subprime, y que por tanto no había que temer por la solvencia de nuestros hipotecados, sale ahora la Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) asegurando que unas 60.000 familias se encuentran en la actualidad en situación de morosidad y que antes de final de año serán 120.000. Es de suponer que para 2009 ya no se han atrevido a hacer de pitonisos porque la cosa se iba de madre, pero es obvio que si sigue con este crecimiento exponencial, nos iremos al medio millón de impagados.
En todo caso lo que cada vez resulta más obvio es que nos espera un otoño caliente y que será después del verano cuando la crisis golpeará con toda su crudeza, no pudiendo muchos atender sus obligaciones de pago. Será para entonces cuando la cruda realidad golpeará a muchos en el mentón, cuando todo el tinglado del tocomocho del tocho saltará por los aires, cuando se desplomará toda esta estafa piramidal del tocho, y cuando muchos caerán en la cuenta de que su vivienda no ha sido la inversión de su vida sino una ratonera, un cáncer, del que pagarán largo tiempo las consecuencias. Es de esperar al menos que de esta dolorosa situación saquemos alguna lección, y que nos demos todos por enterados que el "Obrero-Propietario" no puede seguir siendo obediente en esta función del capitalismo más rancio y seguir convirtiéndose en un pisitofílico creditofágico a cualquier precio para seguir tirando del carro, y todo eso por mucho que ZP nos siga implorando a consumir desaforadamente en plena crisis.
Nos tenemos que dar cuenta que un país no puede ir bien, que no tiene futuro cuando parte de la riqueza que se genera, se pierde a día uno de cada mes cuando viene un señor con chistera y se lleve un porcentaje brutal de sus ingresos, consiguiendo así que no se pueda intercambiar parte de los mismos con otros agentes económicos. En todo caso, para algunos no hay mal que por bien no venga, se avecinan años dorados para los subasteros, cobradores del frac y para los buscadores "todoterreno" de gangas. Se abre la veda de los carroñeros...
En todo caso lo que cada vez resulta más obvio es que nos espera un otoño caliente y que será después del verano cuando la crisis golpeará con toda su crudeza, no pudiendo muchos atender sus obligaciones de pago. Será para entonces cuando la cruda realidad golpeará a muchos en el mentón, cuando todo el tinglado del tocomocho del tocho saltará por los aires, cuando se desplomará toda esta estafa piramidal del tocho, y cuando muchos caerán en la cuenta de que su vivienda no ha sido la inversión de su vida sino una ratonera, un cáncer, del que pagarán largo tiempo las consecuencias. Es de esperar al menos que de esta dolorosa situación saquemos alguna lección, y que nos demos todos por enterados que el "Obrero-Propietario" no puede seguir siendo obediente en esta función del capitalismo más rancio y seguir convirtiéndose en un pisitofílico creditofágico a cualquier precio para seguir tirando del carro, y todo eso por mucho que ZP nos siga implorando a consumir desaforadamente en plena crisis.
Nos tenemos que dar cuenta que un país no puede ir bien, que no tiene futuro cuando parte de la riqueza que se genera, se pierde a día uno de cada mes cuando viene un señor con chistera y se lleve un porcentaje brutal de sus ingresos, consiguiendo así que no se pueda intercambiar parte de los mismos con otros agentes económicos. En todo caso, para algunos no hay mal que por bien no venga, se avecinan años dorados para los subasteros, cobradores del frac y para los buscadores "todoterreno" de gangas. Se abre la veda de los carroñeros...
