Las cifras son verdaderamente espectaculares y son fiel relejo del progresivo deterioro de los indicadores macroeconómicos; el paro subió en 802.800 personas en el primer trimestre del año, el 25% en relación al trimestre anterior. La tasa ha aumentado entre enero y marzo 3,45 puntos, lo que supone que, a día de hoy, el 17,36% de los ciudadanos aptos para trabajar carecen de empleo.
De nada han servido los planes de impulso de empleo locales del Gobierno, el batacazo es y será durísimo y no hay solución a corto/medio plazo. En nada sobrepasaremos el 20% y a medio plazo nos podemos ir al 25%. Quienes digan lo contrario saben que mienten como han hecho los últimos años. Resulta desalentador tanta ordinariez, inoperancia y vulgaridad entre nuestra clase política y la nula credibilidad y confianza que transmiten al realizar este tipo de declaraciones.
La luz al final del túnel que veía el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados el presidente Zapatero era, en realidad, otro tren que viene de frente y por la misma vía. La promesa de plena empleo de este Gobierno de justo hace un año suena a estas alturas a broma macabra de muy mal gusto.